La barrera que separa la
belleza de un cuerpo delgado y sano de otro enfermo es a veces tan frágil que puede dar lugar a interpretaciones erróneas. El mundo de la
moda ha sido demonizado por algunos sectores que le critican el hacer apología de la extrema delgadez, sin embargo, estos días, la polémica surge a raíz de unas fotos publicadas de la
Princesa Letizia en la que se comentaba su silueta. ¿Dónde están los límites? En Vanidad hablamos con una profesional que nos asegura que delgadez y salud no tienen porqué estar reñidas.
Amaya San Gil es Doctora en medicina y cirugía y se dedica a la medicina estética y a temas de nutrición principalmente. "Es posible estar muy delgado y sano", asegura, " la fisiología de cada persona suele seguir patrones genéticos y en ocasiones nos encontramos con pacientes muy delgados que no presentan patología alguna", continúa. A la pregunta de cuál es su opinión sobre la polémica de la tan discutida anorexia en la moda, Amaya lo tiene claro: "Las personas altas y delgadas, de constitución atlética, son las que demanda la moda, sin embargo, no es fácil lograr que este tipo de personas engorden, puesto que es su constitución. Es mucho más fácil adelgazar a un gordo que engordar a un delgado", añade.
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