La mirada felina de Clara Lago

Llegar y besar el santo: nominada a un Goya como Mejor Actriz Revelación por esa actuación, la precoz madrileña hace tiempo que dejó de ser una joven promesa para convertirse, a sus 23 años, en una cara fija de la industria del entretenimiento español. Y es una intérprete poliédrica como pocas: lo mismo vale para encarnar a la chica dulce y cándida, como para hacer las veces de mujer aguerrida e independiente. En poco más de una década la hemos visto escondiendo un terrible secreto en “El juego del ahorcado”; poniendo el punto dramático a la exitosa comedia de Daniel Sánchez Arévalo, “Primos”; desapareciendo sin previo aviso en la cinta apocalíptica-existencialista “Fin”; e incluso, de partenaire de moto de un incorregible y seductor Mario Casas en el blockbuster romántico-juvenil, “Tengo ganas de ti”. Ahora es el turno para Mati, su personaje en “¿Quién mató a Bambi?”, cuarta película de Santi Amodeo (“Cabeza de perro”), en la que comparte secuestros cruzados con Quim Gutiérrez, con quien protagonizó el thriller claustrofóbico “La Cara Oculta”, y Ernesto Alterio, de quien se confiesa auténtica fan. “¿Quién mató a Bambi?” es una rocambolesca comedia de acción de causa y efecto. Y para efecto, el que ella nos deja: segura de sí misma, clara como su nombre y encaminada a convertirse a una de las actrices con más trayectoria y proyección. Nos queda Clara para rato, y nosotros, encantados, lo estamos deseando. El próximo 15 de noviembre estrenas “¿Quién mató a Bambi?”, una comedia al límite en la que los protagonistas se meten en líos tan diversos como secuestrar a su jefe y acostarse con su hija o incluso, mirar mal a un bizco. Santi Amodeo, su director, afirma que es una mezcla entre “Un pez llamado Wanda” y “Resacón en Las Vegas”, con un punto de “Fast and Furious”, en gran parte por las secuencias de coches. Con esta fusión de estilos, ¿qué nos depara la película? “¿Quién mató a Bambi?” es una comedia muy loca y desenfrenada, con un ritmo muy frenético. Los personajes podrían ser gente normal, pero  no lo parecen precisamente por las situaciones tan absurdas y al límite en las que se ven involucrados. He participado con una colaboración especial, y mi personaje Mati, es de apoyo a la película y a la trama, algo necesario para que haya algo de cordura dentro de toda la locura en la que se ven envueltos Quim Gutierrez, Julián Villagrán, Ernesto Alterio y Enrico Vecchi. En la película, los protagonistas se ven afectados y se mueven en gran medida por lo que es el azar, así como por la causalidad y la casualidad de los acontecimientos. ¿Crees en la suerte y en lo fortuito? Lo que creo es en la energía de las cosas, en proyectar y en que las cosas no pasan porque sí.  Somos energía y todo tiene una secuencia energética, eso es algo que se ha demostrado científicamente, como que la Luna afecta a la Tierra, etc. Puesto que somos energía, y ésta se transforma, a través de la energía podemos proyectar nuestro pensamiento y llegar a conseguir aquello que nos proponemos. Pero no creo en el karma ni el destino como algo que indica que todo está escrito. ¿Cuál consideras que ha sido tú mayor golpe de -buena- suerte? Cuando comencé a ser actriz, ya que fue bastante curioso. Mi madre es muy esotérica y una noche, que era noche de siembra, le dije que quería ser actriz. Ella me dijo que visualizara mi deseo. Resulta que al día siguiente estando con mis padres en una cafetería, apareció una mujer que conocía a mi padre de hace mucho y que trabajaba en Globomedia, y fue ella quien me presentó al director de casting Luis San Narciso. Otro golpe de suerte ha sido conocer a mi actual representante, Antonio Rubiales, que también es mi amigo. ¿Y tú último sopapo de mala suerte? Una vez me rompí la clavícula una semana antes de irme de vacaciones a Formentera. Aún así, me fui igualmente, aunque tuvo un punto de suplicio estar tan cerca del mar y no poder bañarme. Se suele decir que para conseguir tener buena suerte, hay que empezar por ser positivo. ¿Tú eres optimista o haces un mundo de los problemas? En general soy una persona positiva, aunque también tengo mis momentos “drama-queen”. Suelo ser más de “no pasa nada” y  “no hay mal que por bien no venga”. Mi madre siempre me lo dice: todo es para bien. Ella es cuentacuentos y de hecho tiene un cuento que se titula así. Puesto que la película es una comedia de principio a fin, te lo has tenido que pasar genial durante el rodaje. El poco tiempo de rodaje que he tenido, ocho días y dos noches, me lo pasé muy bien, sobre todo junto con mis compañeros de escenas, Ernesto Alterio y Enrico Vecchi, que son tan cómicos en sus personajes como en la vida real. Además, siempre he querido trabajar con Ernesto, para mí era un sueño, y fue otra razón más para participar en la película. También me gusta mucho su padre, Héctor Alterio, coincidí en un Festival en Argentina y me dejó enamorada. Acabas de rodar otra comedia, “Ocho apellidos vascos”, dirigida por Emilio Martínez Lázaro (“Las 13 rosas”, “El otro lado de la cama” y secuela, “Carreteras secundarias”), en la que interpretas a Amaia, una vasca de la que se enamora el personaje de Dani Rovira, un señorito andaluz que pasará de llamarse Rafa a Antxon y que viajará a la Euskadi profunda para conquistar el corazón de esa chica que se le resiste. Además de cambiarse el nombre al euskera, decidirá acompañarlo de unos cuantos apellidos vascos: Arguiñano, Igartiburu, Erentxun, Gabilondo, Urdangarin, Otegi, Zubizarreta y… Clemente. También participan grandes de la risa como Carmen Machi y Karra Elejalde. Una premisa tan delirante como prometedora. No he visto el montaje final y me muero de ganas de hacerlo. Han sido dos meses de rodaje en Zarautz, donde nos lo hemos pasado genial y además hemos comido de maravilla. Cómo se come en el País Vasco… todos volvimos con unos kilos de más. Mi personaje Amaia, es la más sensata aunque también tiene lo suyo, pero de alguna manera funciona como contraste con respecto a los personajes de Dani, Karra y Carmen, que son muy cómicos, que no paródicos. Has vivido muy de cerca el fenómeno fan, sobre todo por tu papel en la secuela de “A tres metros sobre el cielo”: “Tengo ganas de ti”. ¿Te llegaste a asustar en algún momento de todo lo que se te podía venir encima? No fue hasta la promoción de la película cuando me di cuenta de su repercusión, en el rodaje no percibí tanto el “fenómeno fan”. Por suerte, mi vida no ha cambiado, la gente te reconoce y siempre tienes esa sensación de no estar del todo libre, pero es llevable, nunca ha sido agobiante, y menos mal. Pero por un momento lo pensé, sobre todo al ver a mi compañero Mario Casas. El fenómeno fan suele darse más entre las mujeres, las mujeres lo vivimos más porque somos más apasionadas y suele ser más fuerte cuando se trata de iconos masculinos o actores. Y en televisión, fuiste parte de una serie mítica que también se convirtió en otro fenómeno social: “Compañeros”. ¿Cómo lo recuerdas? Yo era muy fan… estaba enamorada de Quimi y quería ser Valle. Cuando me llamaron y me dijeron que me querían en la serie, no tenía cuerdas vocales suficientes para gritar. Además, fue mi primera serie con un papel fijo. Es una pregunta difícil e incluso comprometida pero, hasta la fecha, ¿cuál es tu película, tuya, favorita? Mi preferida es “Primos” de Daniel Sánchez Arévalo.  Tuve ocasión de ver “La gran familia española” en su Première y me gustó mucho también, es muy tierna. Todo comenzó con “El viaje de Carol”, ¿qué significó ese primer gran papel por el que estuviste nominada al Goya? Con “El viaje de Carol” fue cuando me enamoré con letras mayúsculas de esta profesión. Experimenté por primera vez lo que significaba un rodaje a lo grande con un director importante, y ese punto nómada que tiene el mundo del cine: coges las maletas y te vas a trabajar, y a vivir, durante unos meses con gente desconocida… La verdad es que un set de rodaje es un lugar donde me quedaría a vivir. Todo es muy intenso, conoces a mucha gente y de pronto, como en los campamentos de verano, todo se acaba y tienes que retomar tu vida. Es triste, porque además yo soy muy de hacer vida con los compañeros de rodaje. Pero pronto, te lanzas a otro campamento, donde te reencuentras con conocidos y descubres gente nueva. Has rodado 15 películas y has participado en 9 series de televisión… Seguro que mucha gente creerá que eres mayor, pero tan solo tienes 23 años. ¿Has tenido que crecer antes de tiempo empezando tan joven en el cine? No lo sé, es raro medirlo uno mismo. Mucha gente no se cree que tenga 23 años ya que comentan que llevan toda la vida viéndome, pero claro, yo empecé pronto, siendo una niña. Tengo la sensación de ir acorde a mi edad física, siempre he tenido el mismo grupo de amigos y he hecho vida normal. También es verdad que estar rodeada de adultos desde tan joven te da cierta adaptabilidad, pero yo siempre, desde pequeña, he sido muy responsable y me gustaba mucho el mundo de los adultos. Antes de empezar a ser actriz, me quedaba fascinada por las conversaciones de mis padres con sus amigos. Últimamente te hemos visto protagonizar bastantes campañas de moda para marcas como Easy Wear, Hoss Intropia, Loewe y Toni Francesc. ¿Cómo es tu relación profesional y personal con la moda? Me gusta la moda como complemento de mi trabajo de actriz, pero no me planteo hacerme modelo ni mucho menos. Creo que la actuación y hacer colaboraciones o ser imagen de marcas pueden ser muy complementarios. La moda mueve mucho y es un gran escaparate, y estando como están ahora las cosas, te permite poder elegir mejor tus papeles. En el aspecto personal, honestamente no soy una loca de la moda, pero me gusta. No le quito valor, al final es tan importante en esta profesión así como en tu día a día ya que es una manera de expresarte incluso cuando tú no quieres. Dependiendo de cómo te vistas, si te maquillas mucho o poco, eso dice mucho de ti. Es nuestra máscara. No sigo las tendencias pero tampoco soy indiferente, diría que tengo mi propio estilo. LOS FAVORITOS DE Comedia con la que siempre te ríes: “Una noche en la ópera” con los hermanos Marx. Clásico Disney inolvidable: muchos, pero me quedo con tres, “La Bella y la Bestia”, “El Rey León” y “Merlín, el encantador”. Dibujo animado que te encantaba de pequeña: Ariel de “La sirenita”. Serie que te mantiene enganchada: “Juego de Tronos” y “Homeland”. Serie que te marcó: “A dos metros bajo tierra”. El último disco que te has comprado: “Babel” de Mumford & Sons, vía iTunes. Qué nos encontraríamos en tu reproductor Mp3: de todo, un popurrí, desde Lana del Rey a bandas sonoras como las de “La Misión”, “Chicago” y “Moulin Rouge”. Si no hubieras sido actriz, te hubiera gustado ser: estrella del rock. Te interesa: la Psicología, aunque nunca me he visto como psicóloga. Un olor: el del café. Un deseo: encontrar un piso barato en Madrid en el que pueda instalarme. Quién te hace sonreír: mis amigas. Por Asier Iturrate Clara Lago (A6cinema.com) Fotografía Rubén Vega Estilismo Blanca Puebla Maquillaje y peluquería  Natalia Belda para Dior y GHD