Al pensar en los trabajos que ha hecho Kate Moss durante 2012 empezamos a decir nombres y de repente nos vemos recitando una especie de lista interminable de Reyes Godos de la moda.  Nos entra la risa. Nos imaginamos a nosotros mismos de pequeños recitar de memoria todas las preposiciones en una clase de lengua. Es la misma sensación. Pocas modelos tienen la suerte de estar a punto de entrar en los 40 y que la gente se llegue a cansar de enumerar todos los trabajos que han podido hacer en solamente un año. No os contamos ya si hablamos de toda una carrera. En los últimos meses se nos ocurren firmas como Liu Jo, Mango, Vogue Eyewear, Fred, Versace, Stuart Weitzman... Y con lo que nos quedamos sin ninguna duda, es con su campaña para Supreme. Más de uno recorrió las calles de arriba abajo buscando los posters para arrancar alguno y llevárselo a casa.  Y es que esa imagen no puede ser más representativa de Kate. Ella, la diva, espera fumando con una simple y tonta camiseta de Supreme, abrigada por el lujo de un abrigo de leopardo, a que sigan llegándole propuestas. Desde el momento en que fuera descubierta a los 14 años y poco después la revista The Face la sacase en portada, firmó un contrato con la buena vida por mucho mucho tiempo. Sin embargo, no han sido sólo todos sus trabajos de modelo los que le han elevado a la cúspide de la moda y la sociedad en general. El rollo que siempre ha llevado de rockera y todos los novios bohemios que ha tenido, desde Johnny Depp hasta su actual marido Jamie Hince pasando por, el-que-no-debe-ser-nombrado, Pete Doherty, también han tenido algo que ver. Y ni siquiera los escándalos de drogas y borracheras han podido con ella. En realidad, a largo plazo no le han venido nada mal. Más chicha para alimentar la historia que ha terminado por configurarla como un mito imposible de escapar a la memoria de todos. Y es que cuando eres Kate Moss, está claro que puedes hacer lo que te de la real gana. Poco queda ya de aquel gesto aniñado que tanto nos sedujo durante sus primeros años y sin embargo, a día de hoy, seguimos exactamente igual de embelesados con ella. Toda la inocencia ahora se la lleva su hija Lila Grace, que tuvo con el cofundador de la revista Dazed & Confused: Jefferson Hack. No podemos esperar a que crezca un poco para ver si seguirá por el mismo camino que su madre porque desde luego tiene toda la pinta de ser carne de cañón para ser una digna sustituta. ¿No os parece que pega un montón en la lista de que hicimos de jóvenes estrellas?
 

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