Un nuevo día de mi vida comienza, llego a la oficina a primera hora, abro el correo electrónico y mi bandeja de entrada está llena, la lista de tareas es interminable y mi agenda rebosa de reuniones. Además, debo disfrutar de mis hijos, mi familia, atender la casa y una suma interminable de responsabilidades. Duermo poco por las noches, mi cabeza no para de dar vueltas, siento que mi vitalidad cada vez es menor, no soy yo con mi cuerpo, y lo que ocurre, pasan mis días, pasa mi vida y soy infeliz. Seguro mucho de vosotros os identificáis en algún momento, porque es un sentimiento bastante generalizado en la sociedad que vivimos hoy en día. Además, la educación que recibimos en nuestra cultura le da mucho valor a la actividad mental y a desarrollar el pensamiento para estar solucionando problemas continuamente, lo que nunca nos han enseñado es a parar ese mecanismo mental cuando está activado. Mindfulness es una práctica personal que nos ayuda a detener la mente pensante, origen de muchos conflictos y enfermedades, y a disfrutar del momento presente. La traducción literal del inglés es “atención plena” lo que en otras palabras se traduce como la concentración de la atención y la conciencia en el momento presente, dejando fuera de tu mente cualquier otro pensamiento que ronde tu cabeza y estando en “el aquí y el ahora “. A través del Mindfulness experimentas una conexión muy íntima contigo mismo: no solo con tu cuerpo sino también con tu mente y con tus emociones. Con esta práctica se puede trabajar el equilibrio entre estos tres planos de nuestro ser. Toda acción en tu vida tiene su origen en un pensamiento que junto a una emoción, hace que se lleve a cabo. Con la práctica de Mindfulness aprendes a observar tus pensamientos, emociones y acciones por lo que ganas mayor conciencia y perspectiva de tu vida. Esto aportará una mayor capacidad para alinear tus pensamientos con tus sentimientos y por tanto una mayor coherencia en tu propósito de vida. ¿Acaso la coherencia en tu vida no se traduce en equilibrio de vida? La neurociencia demuestra que hay cambios positivos en la estructura molecular de tu cerebro después de varios meses practicando meditación pero, ¿cómo pueden percibirse estos cambios en tu personalidad? Muy sencillo, porque existen cambios en la percepción que tienes de ti mismo. Hagamos un ejercicio muy sencillo ahora mismo, ¿eres consciente de tu cuerpo? Detente un momento para observar la postura de cuerpo. No me refiero a que mires tu cuerpo con tus ojos sino que percibas interiormente como se siente tu cuerpo: si está cómodo, como son los latidos de tu corazón, si te molesta la ropa que llevas puesta o te sientes ligero, si hay algún malestar en algún punto, si estás respirando agitadamente o tranquilamente etc... Justo eso, detente en tu respiración, no te pido que la fuerces sino que comiences a observar ese pequeño hilo de aire que entra y sale de tu nariz... La respiración tiene dos características principales: el volumen y el tempo es decir, la cantidad de aire que respiras y el tiempo que dedicas a cada inhalación y exhalación; ambas acciones deben durar el mismo tiempo. Así que de forma constante y a través de la nariz. Inhala.... Exhala... Inhala de nuevo, (no pases a la siguiente línea hasta que termines de inhalar)... Exhalas... Y mientras tanto sigues leyendo... ¿Te das cuenta que puedes ser consciente de tu respiración mientras lees?... Inhala... Exhala... Sigue observando el ritmo respiratorio y toma conciencia de las sensaciones que vas experimentando en tu cuerpo... Inhala... Exhala... Toma conciencia de que estás leyendo a la vez que estás siendo consciente de tu respiración... Inhala... Exhala... ¿Donde están tus pensamientos? Observa sin juzgar lo que está ocurriendo en tu mente, no actives tus pensamientos, sigue leyendo y respirando... ¿Te das cuenta que durante este tiempo has estado plenamente consciente y concentrado en este momento? Claro, eso siempre que hayas sido capaz de hacerlo como te indico. ¿Lo has logrado? ¡¡¡Bienvenido al mundo Mindfulness!!! Por esta razón, se trata de que lo experimentes, y solo así lo aceptarás e incorporarás en tu vida. El origen del Mindfulness no está del todo claro aunque se encuentra muy relacionado con las prácticas de la meditación ZEN o la meditación Budista Vipassana. Tanto el Mindfulness como la meditación vipassana no guardan ninguna relación con religión alguna, ya que su principal objetivo es lograr paz interior y ser buenos seres humanos. Sin dogma, fe ciega o culto que la respalden, solo la ciencia de la mente y la materia , lo aceptas según lo vas experimentando, no porque Buda, tu Maestro o numerosos estudios lo digan, sino que a medida que lo practicas, sientes sus beneficios y por tanto empiezas a llevar esa vida, una vida feliz. Cualquiera lo puede practicar, es fácil, observa tu respiración. Y luego empiezas a observar las sensaciones junto con los contenidos de la mente. Comienzas a adentrarte en tu mundo interior, a entenderte y aceptar lo ocurre dentro de ti y por tanto te vuelves un ser más saludable y en equilibrio. Por esta razón, la práctica de Mindfulness se acaba convirtiendo imprescindible en tu vida, ya que te ayuda a gestionar correctamente tus pensamientos y emociones. Cuando la mente está pura, libre negatividad y deseos, entonces genera amor, compasión y benevolencia. En lugar de generar emociones negativas, genera emociones positivas por lo que tu eres feliz y contagias de felicidad a los que tienes a tu alrededor. Si quieres aprender Mindfulness o técnicas de Meditación, en DAMANAVA, nuestro centro de salud y bienestar de la Calle Pizarro 22 en Malasaña, estamos orientados a trabajar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma, por esta razón además de muchas otras actividades, practicamos Mindfulness y Meditación ZEN todas las semanas. Una vez que experimentas los beneficios de ejercitar tu mente, tu capacidad para ser feliz aumenta y por tanto tu vida cambia. Te esperamos...    

Irene Lugueros Directora General DAMANAVA