La recientenoticia de las más de 30 operaciones de cirugía estética a las que se han sometido pacientes en Japón nos ha dejado sobrecogidos. El cirujano Takaaki Matsuoka interviene la mano de las personas que tienen la intención de cambiar su destino, les "cambia" las líneas de la vida para que así puedan escoger cómo quieren que sea su futuro. Por ejemplo si la linea del matrimonio es inexsistente, o "ya se te paso el arroz", pues se plantan otra a su gusto y a buscar esposa o marido, o si no estás del todo contento con tus ingresos, ponte una que se refiera al estado económico vital et voilà ¡millonario! No se ha visto nada igual desde la genialísima película "La Muerte os sienta tan bien" donde Goldie Hawn y Meryl Streep se enzarzan en una lucha a vida o muerte pero sin muerte, y es que por conseguir el hechizo de la juventud eterna se hacen las mayores locuras del mundo. El deseo incesante de querer poner el destino en nuestras manos hace que precisamente se nos pueda ir de estas. Querernos tal y como somos, intentar paliar nuestros complejos de la forma mas "limpia" posible, es probablemente el truco de la felicidad y en su resultado seguramente el de la juventud. Algo así ha intentado mostrar la fotógrafa coreana Ji Yeo en su serie "Beauty Recovery Room", lo que hay detrás de una operación donde, normalmente, se muestra el antes y el después. Pero debemos ser conscientes, al igual que en la película de la que hablabamos antes todo acto tiene su precio o sus consecuencias, y cambiar el curso de la naturaleza puede tener sus riesgos. Lucía Fernández Alonso (Luceral)