Halil Altindere nos propone una visita guiada a la escena cultural turca desde un punto de vista lleno de humor e ironía
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Halil Altindere nos propone una visita guiada a la escena cultural turca desde un punto de vista lleno de humor e ironía
Poder, control, abuso, comunidad… Parecen elementos sacados de la novela de ciencia ficción «1984» que automaticamente nos transportan a un mundo castrense, controlado por una élite que maneja los hilos de la sociedad que tiene a su cargo.
Pues en este caso no es así, aunque no vamos del todo desencaminados. Son conceptos expresados por Halil Altindere para describir la sociedad actual. A través de sus proyectos artísticos analiza la realidad que vive su país, Turquía, donde nació en 1971.
Valiéndose de vídeos, fotografías, pinturas y esculturas intenta descifrar la compleja situación que se da en el país otomano. Decimos compleja porque atendiendo a sus obras Altindere deja claro el enfrentamiento cultural que permanece latente en la escena turca. El choque entre tradición y modernidad o entre nación e identidad forman una realidad difícil de entender si no se vive in situ. Pero no hace falta que compréis ya mismo un billete con destino Turquía, basta con ir a ver la exposición que os proponemos hoy.
Los ojos y las manos de Altindere nos harán de guía, ya que sus obras toman elementos aparentemente anecdóticos, que de otra forma pasarían inadvertidos a nuestra mirada, y con los que tendremos que ser cómplices, ya que sólo así completaremos el proceso creativo pensado por el artista. La ironía esta presente en todas sus obras, mezclando elementos opuestos y sacando de contexto situacionescotidianas.
En «Mobese« recubre de un brillante tono dorado unas cámaras de vigilancia ciudadana, quitándole el carácter oculto deseado por el gobierno. Hombres de traje surfeando sobre una tabla de planchar, campos cubiertos de alfombras o una señora vestida al estilo turco ojeando un libro de pop art, son algunas de las obras que podremos ver en el CA2M de Móstoles hasta el 3 de junio. Criticado por los sectores más reaccionarios al progreso y auspiciado por las nuevas corrientes de la cultura ha utilizado símbolos cómo los billetes para criticar a la clase política usando el sentido del humor como arma. Para disfrutar de esta exposición hay que dejarse los prejuicios en casa y vivir la experiencia participando de ella, sólo así conectaremos con la realidad turca propuesta por Halil Altindere.
Klara Morales