Descubriendo hoteles en la WEST COAST con Diego Calvo y Laura Martínez

Diego y Laura en la entrada del ho- tel Parker, Palm Springs

Diego Calvo y Laura Martínez nos relatan su testimonio gráfico y verbal de quince días de «roadtrip» por la West Coast californiana.

Echando un vistazo a los hoteles de Concept Hotel Group, cualquiera diría que Diego Calvo -su CEO y Co-fundador- nunca había pisado tierras americanas hasta febrero de 2022.

Nos vamos de viaje por la WEST COAST con Diego Calvo y Laura Martínez

El primer gran periplo de una servidora junto a un cowboy isleño comienza en Los Ángeles, en un hotel urbano que ya es uno de nuestros favoritos a nivel mundial: Petit Ermitage. Este lugar es una extensión de la personalidad de su dueño, Stefan Ashkenazy, un personaje digno de película a quien tuvimos la suerte de conocer y a quien pude preguntar muchas cosas acerca del hotel y la ciudad durante una cena muy divertida. Cabe mencionar que Stefan hizo su primera aparición (estelar, por supuesto) con unas zapatillas de pelo de Gucci y un sombrero que portaba una pluma. Hablamos durante horas alrededor de la chimenea del hotel y fue un host extraordinario, una particularidad que, casualmente, exuda todo el staff del hotel.

Al llegar a Petit, un impresionante cuadro de Joan Miró te saluda. Y no es el único. El hotel está repleto de obras de arte: De Kooning, Picasso o Irma Stern, son solo algunos de los artistas que firman las increíbles obras repartidas por todo el edificio. Pero este particular hotel no es únicamente un lugar en el corazón de L.A donde sentirte como en casa, sino también un continuo dechado de sorpresas. El «rooftop» tiene una piscina que recuerda un poco a los Rihad marroquíes, el agua está climatizada para que puedas bañarte en cualquier momento del día y del año, hacen lecturas de Tarot y los jueves tienen un show brutal de «smoky jazz» en la zona del Piano Bar: The Toledo Show, un must que no puedes obviar si visitas L.A. Si no eres huésped del hotel, se puede ver en el pub Harvelle’s de Santa Monica.

Diego Calvo en la entrada del hotel Petit Ermitage.

La ciudad de las estrellas tiene tanto que ofrecer, que no es fácil condensar todos los planes en los seis días que duró la primera etapa de esta aventura…

Hospedados en el corazón de West Hollywood, aprovechamos para ir a cenar por la zona a uno de nuestros hoteles fetiche: Chateau Marmont. Para dos fanáticos de la cultura americana como nosotros, el Chateau es un icono indiscutible. Demasiadas películas y series.

Laura Martinez en el Tail O' the Pup, LA. — Laura Martinez en el Tail O’ the Pup, LA.

El Strip está a unos cinco minutos caminando del hotel así que no tardamos en ir a visitar a nuestro querido amigo Mark Mahoney (tatuador de Johnny Depp o Lana Del Rey) a su estudio Shamrock Tattoo. Mark y su mujer, Nichole, nos llevaron al mítico pub Rainbow, donde se pasaba las horas uno de los ídolos de Diego: Lemmy Kilmister, líder de Mötorhead.

Después de La La Land, pusimos rumbo a Palm Springs, donde Dave Dean y Aaron Mellor nos reciben cálidamente en Orbit In, un auténtico hotel «mid-century» de los 50 que aún conserva gran parte del mobiliario original y la esencia intacta del lugar de vacaciones favorito de las estrellas de Hollywood en los 50, 60 y 70.

La estética de Palm Springs siempre nos ha obsesionado; yo misma bauticé nuestra casa como «Villa Carmelita» en honor a la que tenían Cher y Sonny Bono allí. Me encanta su elegancia atemporal y ese glamour del Hollywood dorado presente en cada rincón. Era uno de los lugares que más nos apetecía ver y superó todas nuestras expectativas.

Otro de nuestros fichajes no negociables en Palm Springs era el Ace Hotel & Swim Club. Nos encanta el trabajo que hacen en Ace Hotels, tienen un rollo muy urbano y un poco «hipster» muy característico y por ello, no se parecen a nadie más. El de Palm Springs es el único Swim Club y cuenta con un diner precioso donde saboreamos una memorable «burger» y sus correspondientes aros de cebolla, nuestra gran debilidad.

Exteriores del hotel Orbit In, Palm Springs.

No podíamos abandonar Palm Springs sin visitar el icónico Hotel Parker -primero adquirido por Gene Autry y después por Merv Griffin- propiedad del hotelero Jack Parker y remodelado por el interiorista británico Jonathan Adler. El Parker es, simplemente, de otra galáxia. Un hotel realmente único que conserva esa esencia hedonista del Palm Springs de los 60 y 70 y el inconfundible toque divertido y colorista de Adler. Comimos en su restaurante Norma’s, con guiños a la cocina mexicana. Altamente recomendable.

Dejando atrás el glamour hollywoodiense, hacemos una parada en Las Vegas para ir al concierto de Black Crowes y darnos una vuelta por la ciudad del pecado. Nos alojamos en el Hotel Palms & Casino -donde tenía lugar el concierto- y nos pareció obligatorio pedir una pizza XXXL al «room service» para comprobar el tamaño gigantesco que prometía. El resultado fue una pizza del tamaño de una rueda de camión. Damos fe.

Roy's Cafe, Palm Springs. — Roy’s Cafe, Palm Springs.

Y de Las Vegas a Yucca Valley para visitar Pioneertown Motel, Puro Wild Wild West. Pioneertown es famoso por ser el escenario de rodaje de muchas pelis del Oeste y este motel te hace sentir en una de ellas. Los hermanos Mike & Matt French le dan el toque «cool» sin perder la esencia a este reducto «western» que goza de excelente salud turística. Red Dog y The Copper Room (antaño frecuentado por Frank Sinatra, antes de su reapertura) son los dos locales que completan la lista de creaciones de este tándem.

Pappy + Harriet’s es parada obligatoria en Pioneertown, pero reserva con antelación para cenar si no quieres esperar horas de pie mientras ves tocar a todas las bandas con más hambre que una hiena.

De camino a San Luis Obispo, llegamos a la siguiente parada: el fantástico Madona Inn, creado en los 50 por Alex Madonna. Este hotel es una auténtica estrella de Instagram, una casa rosa con habitaciones totalmente diferentes unas de otras, una pastelería abierta «non-stop» y el salón de baile más «kitsch» que hayas visto jamás. ¿Lo mejor? Los señores americanos bailando lento y agarrados con sus esposas en el salón y las tiendas de souvenirs. ¡Tienen tres! El merchandising más currado que hemos visto jamás en un hotel.

Para cerrar el círculo, viajamos hasta Topanga para conocer un lugar muy especial en la que será nuestra última noche de aventura californiana. Elsewhere es la última creación de Stephan Ashkenazy, dueño del Petit Ermitage y primer hotel visitado en este viaje. Elsewhere estaba en la imaginación de Stefan mucho antes de hacerse realidad y es increíble ser testigo de cómo ha conseguido materializar este sueño ubicado en las montañas de Topanga. Animales, carruajes de estilo Peaky Blinders en los que se duerme como un rey y casas a los que llama «módulos» pero que realmente son casas de campo increíbles decoradas con un gustazo exquisito. El perfecto punto y aparte a nuestra historia de amor americana, una peli que solo acaba de empezar.