Todos queremos a alguien que nos haga reír, no nos engañemos. El sentido del humor es algo tan primordial como el respirar, al menos bajo mi punto de vista, claro.
Podría decir que todas las personas que conozco y tienen un buen sentido del humor, son bellas y grandes personas. ¿Por qué? Porque creo que aquellos que intentan sacar una sonrisa a su interlocutor no pueden tener un mal fondo. Es muy complicado. Una sonrisa vale su peso en oro y no siempre es muy fácil que te la saquen, así que esos que saben tirar por la borda tu tristeza a base de contarte cualquier tontería se han ganado el cielo, o los chakras alineados, o lo que sea que se supone que nos espera, si es que hay algo.
Además tampoco creo que sea muy fácil ser gracioso, hablando de gracioso como alguien que saca sonrisas, no como aquel que se cree gracioso y cuenta chistes malos sin ton ni son, en el momento más inoportuno y aludiendo a los fallos o aspectos de otros para generar esa frase poco ocurrente. Una gracia inteligente denota una persona inteligente, alguien de mentalidad creativa, una cabeza que piensa y a fin de cuentas: la inteligencia es muy sexy. Un chiste malo denota todo lo contrario y si hay maldad, peor.
Luego también ocurre lo siguiente, la risa es felicidad, la felicidad es buena onda, es color, es fuerza, es un estado de placer constante. Las personas grises son demasiado rígidas, no sé si llamarlas aburridas, los que nunca le ven la gracia a una ironía creo que carecen de todo tipo de empatía… Y si no entiendes mi sentido del humor, ¿cómo demonios vas a comprender un problema que me ocurra? ¿Cómo me vas a entender cuando te hable o te explique o te demuestre algún sentimiento?
Por todo eso creo que es muy importante que nos hagan reír, es la verdad. Cuando estamos enamorados todo lo que hace otra persona nos hace gracia, eso también. Desde un pequeño gesto con la nariz hasta una tonta expresión. Nos reímos de un cuadro, de cosas inverosímiles, todo es humor, todo es amor y todo está conectado.
Y además otra cosa: la risa genera anticuerpos, contribuye a un cambio de actitud mental cuando debemos enfrentar alguna enfermedad, libera el temor y la angustia y un montón de cosas positivas.
Con todo esto, ¿Todavía no ha quedado claro que la risa es la base de toda felicidad? ¿No queda claro que donde existe el humor, existe la complicidad? ¿No queda claro que es cosa de personas inteligentes?
A mí sí.
Dame de esos.
Alejandra Remon – @alejandraremon
