Es inevitable: pasa el otoño, las horas de luz empiezan a menguar y el frío obliga a sacar las chaquetas del armario. El otoño se hace cada vez más presente y con el cambio de clima también aparecen las ganas de quedarse en casa cómodamente. En breve (o más bien ya) empezarán a parecer las fotos de Instagram etiquetadas con los tres hashtags mágicos: #peli, #mantita y #sofa. Realmente suelen esconder una tarde en pijama y sin peinar, comiendo palomitas y chocolatinas sin moverse del sofá. Pero esas etiquetas le añaden un poco de glamour al asunto y, sobre todo, funcionan como un código con el resto del mundo: “sé que tú estás haciendo lo mismo y por eso me das un like”... Sea como sea, para disfrutar de una de esas tardes es esencial tener una buena película. Aquí van unas cuantas recomendaciones para pasar un buen rato:

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Armas de mujer (Michael Nichols, 1989): la película perfecta para empezar el nuevo curso (ya sea académico o profesional). La valentía de Tess a la hora de no amedrentarse ante los obstáculos y conseguir sus objetivos es realmente inspiradora. Además, los looks ochenteros y un joven Harrison Ford completan el disfrute de una película que nunca pasa de moda.

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Otoño en Nueva York (Joan Chen, 2000): el título ya lo dice todo. Un Nueva York teñido de marrón y dorado es el escenario de la historia de amor de Richard Gere y Winona Ryder que, por supuesto, está destinada al fracaso. Aunque sea un drama romántico de lo más convencional, es perfecto para ver en el sofá una tarde de lluvia.

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La vida inesperada (Jorge Torregrossa, 2014): Daniel Arévalo es el primo de Javier Cámara, un actor que sobrevive en Nueva York intentando conseguir sus sueños. La visita del primero hace que ambos se reconcilien con el pasado y asuman su presente. Emotiva a la par que divertida es una de esas películas que dejan buen sabor de boca.

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Fuera de onda (Amy Heckerling, 1995): una de las películas más famosas del “cine adolescente” cumple 20 años, un momento perfecto para repasarla. Alicia Silverstone y su aplicación combinar la ropa de su enorme armario antes de que existiesen los smartphones merece un homenaje.

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Misterioso asesinato en Manhattan (Woody Allen, 1993): no hay otoño sin nueva película de Woody Allen. La última puede se puede ver actualmente en el cine, pero nunca está de más recuperar alguno de sus clásicos. Éste es uno de sus títulos clásicos más inteligentes y divertidos, estupendo para echarse unas risas el domingo por la tarde.

 

 

 

Carmen López - @Carmenlopezalv