Si estás leyendo esto, es porque probablemente no sepas dónde están tus pantalones dosmileros -o esa sudadera que heredaste de tu padre y que se alberga, no en el fondo del mar, pero sí de tu armario-... Amiga, esto es una señal, y es que aunque la ropa nos ponga nostálgicos, de recuerdos no se vive -ni se viste-, así que como con las relaciones personales, por mucho que nos haya abrigado esa hoodie, hay que dejarla ir para poder liberar espacio en la balda.  

Así, para evitar la dependencia emocional con la ropa, os presentamos los 6 mandamientos que accionarán tu reload de armario. ¡En marcha!

 

1. HÁZTE LA PREGUNTA: ¿ME LO VOY A PONER?

Analiza -de manera sincera- y contempla la cantidad de veces que has vestido o hecho el amago de combinar esa prenda. ¿0 unidades durante este último año? Amiga, no hay otra realidad, lo más probable es que después de verla no te acuerdes nunca más -o, al menos, hasta la próxima limpieza- de esa camisa y la estanques en la lista de tus porsiacasos. Ante la duda, ¡fuera! 

2. LO QUE NO QUIERAS PARA TI NO SE LO “ENCASQUETES” A NADIE 

Como el mantra del conocido Karma proclama: “no des lo que no quieres recibir”, y es que a no ser que estés jugando con tus colegas al enemigo invisible, regalar prendas que sabes que a tus amigos no les van a servir, es un mal trago. ¿Nuestro consejo? Haz tres montañas: la de regalar, la de donar y la de tirar. Tus más allegados -por norma general- valorarán más un par de jeans bonitos, que cuatro listos para rumbear en la basura.  

3. VENDER CON “V” DE VINTED

Tal y como no tendrías anclada la conversación con tu ex en Whatsapp -después de una ruptura-, mantener perchada la ropa que no te vas a poner más, mientras haces tiempo para venderla, solo te va a estorbar. Si eres un poco paciente y quieres sacarte un dinero extra -que nunca viene mal-, reúne la ropa que veas lista para tu mercadillo digital en un espacio aparte. Después de lavarlas, plancharlas y enviarlas, verás lo que más te gusta… ¡Cash!

4. MENOS ES MÁS 

Según la primera colección de Donna Karan, un armario cápsula puede estructurarse en únicamente 7 prendas -tranquila, el abanico se abre hasta 30 y 40-. Con esto nos referíamos a que todo aquello que pensamos que nos hace falta -y que no afecta a nuestras necesidades básicas- es únicamente una ilusión social. Organizar, localizar, -y valorar- los básicos esenciales, ayudará a que dinamicemos la estructura de nuestro look diario. Más espacio y más tiempo… ¡todo beneficios!

5. MOOD MARIE KONDO

Un tip para ordenar la ropa que ha pasado el casting detox, es hacerlo por tonalidades y -si eres muy ordenado- por patrones. Aparte de optimizar el espacio, la vista reconoce más rápido lo que pretende combinar. Te aseguramos que así, abrir el armario solo te transmitirá paz mental. ¡Palabrita de Vanidad!

6. NO COMPRES, ALQUILA 

En todos aquellos eventos en los que nos encanta repetir plato, pero no outfit, alquilar las prendas que vamos a llevar es la opción más óptima para no acumular -después de sacar-, más prendas en nuestro armario. Aparte, tendremos acceso a looks que dejaríamos de comprar por su precio estándar. Una relación win-win. 

La teoría ya la sabes al dedillo, ahora ¡a por la práctica!

 

Sara Bosch: @sarebosch

Imágenes: Archivo.