Se describe a si mismo como introvertido en lo personal y minucioso en los profesional. Rafa Gil es arquitecto técnico de formación con pasión por el diseño de interiores. Siguiendo su intuición y su buen gusto, crea espacios personales, ricos en mobiliario y materiales. Con sus proyectos más recientes como fondo, hablamos de la profesión de interiorista, de sus imprescindibles y sus referencias. Estudiaste arquitectura técnica ¿En qué momento descubriste tu pasión por la decoración? Cuando tienes 18 no tienes claro cuál va a ser tu futuro; yo vi que era una carrera que me iba a enfocar a dibujar y a entender los espacios, y eso me atraía mucho. En seguida me di cuenta de que era esa parte artística la que más me motivaba, y desde ese el momento me dirigí al interiorismo. ¿Qué ha aportado tu formación técnica a tus proyectos de interiorismo? Me ha facilitado mucho el trabajo, sobretodo a la hora de ejecutar la obra. Me permite dar un servicio más completo asumiendo la parte técnica que todo proyecto de interiorismo requiere. ¿Qué es imprescindible para que un proyecto de interiorismo funcione? Que el cliente confíe en ti y te deje hacer. Muchas veces el cliente tiene muchas cosas en la cabeza, y todas juntas no funcionan. Se debe dejar guiar y aconsejar, es básico. Qué tipo de espacios te motivan más ¿residenciales o comerciales? Ambos, por diferentes razones. En el comercial tienes cierta libertad, puedes romper con normas que en la vivienda no. Pero el encargo residencial tiene una parte humana. Conocer a la persona que va vivir, a dormir y a comer en ese espacio; eso es muy atractivo. Tu casa-estudio es una de tus obras más personales además de tu tarjeta de visita, ¿como la describirías? Es el espacio que refleja mi gusto más personal. En el que voy colocando sin miedo todo aquello que encuentro y que me gusta. Además es cambiante, me aburro pronto y me gusta añadir piezas nuevas y que cada poco se vea distinto. ¿Tu habitación preferida en una casa? El dormitorio. Es la parte más privada, me despierta mucha curiosidad. Y la verdad, mucha gente no le da importancia. Decoran toda la casa dejando el dormitorio huérfano. Es una pena. ¿Qué pieza de mobiliario consideras imprescindible? Del dormitorio, diría que un cabecero. Creo que toda cama debe estar bien presidida por un cabecero, y si es tapizado mucho mejor. Por otro lado me encantan las lámparas, soy un obseso de las lámparas. Colores y materiales favoritos Colores todos; bien combinados y adaptados al proyecto siempre funcionan. Los materiales me gustan nobles: la madera, el hierro, los mármoles… Todo lo que evite materiales que quieran ser algo que no son. ¿Cuál es tu actividad preferida para hacer dentro de casa? Compartir la casa. Me lo paso pipa invitando a mis amigos a comer, cocinar para ellos y que estemos de sobremesa hasta las tantas. ¿En qué te inspiras para tus proyectos? Como interiorista, nunca sabes cuando acabas de trabajar. Tienes que estar atento, ya que todo es susceptible de inspirarte, una película, un viaje, internet… Lo importante es mantener el ojo despierto. ¿Tus referente del mundo del interiorismo? Son muy diversos: desde John Pawson a Dorothy Draper o Axel Vervoordt. De cada uno tomo cosas diferentes. Cuando eres joven tienes que ir creando tu estilo, el mío está en proceso. ¿Qué obra de arte te llevarías de un museo a tu casa? Cualquiera de Magritte, me chifla. Una ciudad, una película y un libro que te han marcado Paris, por todo lo que ofrece; hace poco vi La gran belleza, un ejercicio impresionante de dirección de arte; un libro de diseño espectacular: More Is More, de Tony Duquette. El encargo de tus sueños sería… Por pedir… Haber vivido en los 70 y hacer el apartamento a una celebrity como Barbara Streisand. Pero cualquier encargo del pueda aprender y me divierta es mi proyecto ideal, y si me permite viajar mejor. Podéis conocer más de Rafa Gil en su web. Foto de retrato: César Segarra Texto: @InesGarp