"Palo Alto" de Gia Coppola
Es nieta de Francis Ford, sobrina de Sofia y Roman y prima de Nicolas Cage y Jason Schwartzman. Zac Posen, con quien comparte una gran amistad, se refiere a ella como "genética y estética" y su madre, Jacqui Getty, consiente orgullosa. Que duda cabe. Gia Coppola es, a ciencia cierta, la nueva suerte de la familia Coppola, un nuevo nexo a tener en cuenta que, de momento y con la dificultad que supone estar ligada al clan de cineastas por antonomasia, ha encontrado su propia voz dentro de la industria. "Palo Alto" es su amplificador. Basada en el homónimo libro escrito por James Franco -quien además protagoniza el film-, "Palo Alto" es, en palabras de su directora, una oda a sus años de adolescencia. "Encontré muchas de mis experiencias como adolescente en "Palo Alto" y pensé que contaba con unos diálogos verdaderamente divertidos (...) Describe muy bien a las mujeres en él. Conecté de inmediato". Atonía primaveral, hormonas agitadas y una atmósfera gobernada por imberbes son los ingredientes que convierten a esta cinta en una de las favoritas del Tribeca Film Festival que se celebrará en Nueva York la semana próxima. De estética inequívocamente Coppola, encontramos en Gia mucho de su afamada tía. "Comparto muchos intereses con Sofia. Nos llevamos dieciséis años y, claro, muchas de sus películas son de mis favoritas de todos los tiempos", asegura. Nada más lejos de la realidad. Licenciada en Fotografía, Gia, de veintisiete años, quien creció entre Los Angeles y el Valle de Napa, cuenta con la experiencia de haber trabajado con importantes marcas como Opening Ceremony, Built by Wendy, United Arrows, Diane Von Furstenberg, Zac Posen o Rodarte, entre algunas otras. La inspiración nipona, por supuesto, es sello registrado de la casa. Con melodías pop que corren a cuenta de Devonte Hynes y Emma Roberts como estrella co-protagónica, "Palo Alto" narra la colisión entre las distintas formas de afrontar el gran salto de la adolescencia a la madurez sin adornos ni sutilezas pero sí con ese savoir-faire en herencia que ya vimos al conocer a las hermanas Lisbon allá por 1999. ¿Somos los únicos entusiasmados con que la saga Coppola continúe inquebrantable? Alejandro Bernad Perié