Pepa Salazar, la talentosa ganadora de la Mercedes-Benz Fashion Week Talent dos veces consecutivas, conversa con nosotros sobre su próxima colección y sus fuentes de inspiración.   Cuando toda esperanza de sorpresa desaparecía y nuestra Mercedes-Benz Fashion Week estaba a pocas horas de terminar –con, para que mentir, poco de nuevo y sin grandes conmociones–, terminó llegando el día: El EGO proponía diez nuevos nombres que tenían la gran oportunidad –y responsabilidad– de proponer aquello que no habíamos conseguido ver hasta entonces. Pepa Salazar enseguida sonó como favorita. A través del estudio de los patrones, de las tallas y sus errores, Pepa estructuró una colección, la primera –"S.M.L.XL."–, en la que, lejos de colorismos –sólo encontrábamos un oscuro binomio azul y negro, blancos y tonos vainilla– los volúmenes cargaban con todo el peso de la muestra. Plásticos, poliésters, algo de pieles y lanas fieltradas. Todos aplaudimos al unísono, también el jurado: Pepa se convertía en ganadora del Mercedes-Benz Fashion Talent que pocos meses después la llevaría a México a seguir cosechando éxitos.   Podría terminar así, con una única victoria y un poco de suerte, pero no. El pasado septiembre Pepa volvía a IFEMA con su segunda colección. Esa que, en boca de su creadora, era “una involución hacia formas más fluídas” que huían de la sastrería convencional. Ropas atadas al cuerpo –como si de masáis o monjes budistas se tratara– configuraron piezas primitivas y una suma de protagonistas plisados, nudos y tejidos mucho más técnicos caían esta vez creando togas y esos volúmenes ya casi patentados por la joven diseñadora valenciana. Ganaba por segunda vez consecutiva –haciendo historia– ese premio del certamen que esta vez hacía de pasaporte a Zurich. Habiendo dejado reposar tantos logros, Pepa Salazar charla con Vanidad sobre lo que fue y lo que será, dándonos un aliciente –otra vez– para seguir creyendo que la moda en España tiene más vida que nunca. Antes de nada, ¿qué tal Zurich? He tenido la gran suerte de poder presentar mi trabajo en dos pasarelas Mercedes-Benz fuera de España, y tanto la experiencia de México como la de Zurich las considero muy positivas e interesantes. Es importante abrir fronteras y poder aprender cómo funciona el sector en otros lugares. Aquí en Madrid casi perdemos las manos de tanto aplaudir… (Sonríe) ¿Qué veremos en tu próxima colección? Danos algún adelanto No puedo adelantar mucho pero es una colección que estoy haciendo con muchas ganas, la estoy disfrutando mucho.  ¿Qué te inspira en estos momentos? Cualquier cosa te puede sorprender. Es importante ser observador con casi cualquier cosa, el más mínimo detalle puede darte mucho que pensar. Cuéntanos, cuando diseñas, ¿sigues algún tipo de ritual? Música, luz... Bueno, me gusta trabajar con luz natural y necesito mucho espacio para hacer mis patrones por lo que suelo trabajar en el suelo, siempre escucho la misma música pero a parte de eso no tengo ningún ritual en particular. Este año muchos piensan que hemos cruzado la fina línea que separa lo extravagante del disfraz. Rodarte y “Star Wars”, Moschino y el McDonalds, Prada y el Pop Art… ¿Tú que opinas? Las cosas no siempre tienen que ser tan solemnes, a mí me parecen colaboraciones divertidas. Además, creo que el fenómeno Pop sigue vendiendo mucho a día de hoy, cada vez más. Tú abogas más por la atemporalidad… Intento que mis diseños no sigan las tendencias, que siempre pasan muy rápido. Me gustaría que dentro de unos años mis colecciones siguiesen siendo interesantes. En moda "nunca" es mucho decir, pero ¿qué clase de prenda nunca firmaría Pepa Salazar? Nunca digas nunca. Tanto los discursos como las opiniones varían con el tiempo, por lo que me considero demasiado “joven” como para asegurarte algo así. La moda es eso, ¿no? Ofrecer una propuesta nueva sin demasiados desvaríos Hay marcas de todo tipo dirigidas a targets muy diferentes, lo que para unos es un disfraz para otros es la prenda con la que más cómodos se sienten. Lo importante es creerte la prenda que llevas, sea lo que sea.  Junya Watanabe y Yohji Yamamoto: Explícanos que interés despiertan en ti Me resulta muy interesante su discurso, su atemporalidad y su capacidad de reinventarse. Utilizan un lenguaje muy propio, y a mí personalmente me sorprenden cada temporada. En España, ¿se entendería su concepto? Ojalá. ¿Por qué no? Obviamente no son marcas mainstream, tienen su público y en España ya hay varias tiendas que tienen sus productos, por lo que sí, creo que en España también tienen sus adeptos. Decías –en anteriores entrevistas– que veías Madrid como una ciudad de paso, ¿sigues pensándolo? Madrid me gusta mucho, tengo aquí a mis amigos, mi pareja… Mi vida en definitiva. Además me resulta cómodo vivir aquí porque tengo todos los talleres cerca y me facilita el trabajo. Pero si que es verdad que me gustaría experimentar vivir en otra ciudad.  Sólo Madrid tiene un Zombie Bar... ¡Sí! Casi siempre comemos allí. Me encanta la comida y me siento como en casa, siempre me tratan genial. Harías las maletas sin pensarlo para vivir, ¿en qué país? Demasiados sitios como para decirte uno solo. Y este verano, ¿tienes plan? Me quedaré preparando la colección de Septiembre durante todo el verano, espero poder hacer alguna escapada de un par de días a la playa. Dinos, ¿qué vamos a hartarnos de ver esta temporada por todas partes? Logos por todas partes ¿Tú caerás? Creo que no Las vacaciones terminan y llega septiembre. ¿Algún objetivo a corto plazo? Pues de momento continuar con la venta online en mi web. Acabamos de sacar algunas piezas a la venta y espero poder seguir con ello.  ¿Y a largo? Convertirme en una empresa rentable capaz de generar beneficios.  ¿Algún plan para conseguirlo? Sacar pequeñas producciones de productos que representen la marca y más adelante empezar con la distribución en tiendas multimarca. Alejandro Bernad Perié