Los Juegos Olímpicos de París 2024 ya han dado el pistoletazo de salida con una ceremonia de apertura repleta de actuaciones musicales protagonizadas por grandes estrellas internacionales y del país anfitrión...
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Sin embargo, no solo el deporte y la música tuvieron cabida en esta impresionante velada, pues, como podía ser de otra forma, la moda también ha sido una de las protagonistas de la ceremonia. Más concretamente, la casa Dior ha sido la encargada de vestir a las cuatro artistas que amenizaron el evento.
En Vanidad te contamos todos los detalles de la elaboración de sus trajes. ¿Te animas a descubrirlos junto a la Maison?
DIOR se cuela en la ceremonia de apertura de los JJOO 2024 con su «savoir-faire»
Céline Dion
No podía haber un mejor regreso a los escenarios que el de Céline Dion en esta ceremonia de los Juegos Olímpicos 2024, y es que la cantante llevaba cuatro años apartada de la música debido al Síndrome de la Persona Rígida que padece –una enfermedad neurológica que afecta, entre otras cosas, a sus cuerdas vocales–.
La canadiense puso la guinda del pastel a la jornada con una actuación final con la Torre Eiffel de fondo en la que interpretó el «Himno al amor» de Edith Piaf. Y, para este momento único, la artista llevó un diseño único de la casa de moda francesa Dior.
El vestido se confeccionó con georgette, una tela semitransparente y liviana denominada así en honor a la modista francesa del siglo XX Georgette de la Plante. El color elegido fue el blanco, el cual estaba decorado por un sinfín de lentejuelas y más de 500 metros de flecos repletos de cuentas en color plata. Un modelo excepcional, enteramente hecho a medida con la máxima minuciosidad, exigiendo más de mil horas de trabajo y perpetuando el prodigioso savoir-faire del bordado de la Casa Dior.
Lady Gaga
La estadounidense, que también llevaba un tiempo algo desaparecida, inauguró la ceremonia con un número musical inspirado en el cabaret francés. Para este espectacular momento –orquestado en la plaza Barye–, Gaga interpretó «Mon Truc en Plumes» del icónico Zizi Jeanmaire. Este éxito de culto fue concebido en 1961 por Roland Petit, coreógrafo para quien Christian Dior ya había diseñado trajes de ballet.
Por supuesto, el traje fue ideado por Maria Grazia Chiuri y estaba formado bustier de raso negro combinado con unas bragas (elaboradas por la casa Cadolle) y rematado por una chaqueta corta y una majestuosa falda de plumas –en negro y rosa–. Tampoco faltó un tocado elaborado por el gran Stephen Jones.
Quitándose gradualmente sus prendas mientras actuaba, Lady Gaga estaba rodeada de diecisiete músicos y diez bailarines que también llevaban trajes de Dior, esta vez inspirados en Audrey Hepburn en la película «Sabrina» (1954).
Aya Nakamura
La cantautora francesa de origen maliense también protagonizó uno de los grandes momentos de la tarde, interpretando un popurrí de sus temas más emblemáticos, como «Pookie» y «Djadja», acompañada por 60 músicos de la Guardia Republicana y 36 coristas del Coro del Ejército Francés. Concebido como un homenaje al mundo francófono en toda su fascinante diversidad, este prodigioso cuadro se escenificó en el Pont des Arts.
Para esta actuación, Aya Nakamura lució un conjunto exclusivo de Dior que reinterpretaba una de las siluetas del desfile de Alta Costura Dior otoño-invierno 2024-2025 de Maria Grazia Chiuri. Este deslumbrante conjunto combinaba un corsé y unos shorts, sobre los cuáles se confeccionó un vestido asimétrico íntegramente cosido con plumas doradas.
Estas plumas fueron bordadas a mano una a una por los artesanos de Lemarié –que también embellecía los trajes de sus bailarinas–. Una maravillosa composición colectiva que celebra la excelencia y la elegancia apreciadas por Dior y sus Ateliers de 30 Montaigne, su dirección icónica, la cuna parisina de la Alta Costura.
Axelle Saint-Cirel
Orquestada en el tejado del Grand Palais, tuvo lugar la espectacular actuación de Axelle Saint-Cirel en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, que rindió homenaje a Francia a través del prisma de sus emblemas históricos.
La cantante de ópera, que interpretó «la Marsellesa», también vestía un fabuloso vestido diseñado por Maria Grazia Chiuri. Debajo veíamos un corpiño de tul de seda blanco y, sobre él, se colocaba un vestido con peplum –técnica en la que se deja un poco de tela extra que se extiende hacia afuera–, asimétrico de crepé de seda, prolongado por una cola roja que se funde con la bandera francesa en un llamativo efecto trompe-l’œil, es decir, una especie de trampantojo.
En el Puente Alejandro III, unas sesenta coristas lucieron peplums de inspiración helénica salpicados por trenzas bordadas en una paleta de azul, blanco y rojo, reproduciendo, así, los colores de la bandera francesa y dejando una estampa que, sin duda, pasará a la historia.
Alba Ramos: @alba_rr22
Imágenes: Cortesía de Dior
