PATRICK CRIADO. Un sensei de la interpretación

Rozó el Goya a Mejor Actor Revelación por «La gran familia española» en 2014, pero Patrick, –que en este reportaje luce total looks de la colección Fall 2025 de Kim Jones para Dior Men– ya llevaba casi una década en la rueda de la interpretación.

Sin embargo, ni tantos años ni, consecuentemente, tantos papeles, parecen haber sido suficientes para el actor, que, después de triunfar con «La Virgen Roja» de Paula Ortiz, nos confirma que no hay nada que se le resista con dos nuevos papeles protagonistas de lo más prometedores:

Patrick Criado: «Sin darnos cuenta, decir que una película o serie se consume ya nos está alejando de la originalidad de por qué las veíamos»

Patrick, primero de todo. ¿Cómo te sientes luciendo estos maravillosos looks de la colección Fall 2025 de Kim Jones para Dior Men?

Me siento super a gusto, todos me han encantado. El de la gabardina con las botas es ideal para este mes de lluvias que llevamos en Madrid (risas), aunque, si tuviera que quedarme con uno, sería el de las bermudas marrones, para poder lucirlo este verano en cualquier terraza.

Llevas más de media vida interpretando personajes de lo más dispares. ¿Recuerdas cuál fue tu primer contacto con este mundo? ¿Cómo nació tu conexión con él?

 El primer contacto que tuve con el mundo de la interpretación fue gracias a mi tío, el hermano de mi padre, que hacía obras de teatro amateur por diversión. Recuerdo ir a verle y fascinarme con lo que hacía. 

El taller de teatro del colegio también ayudó a que terminara de enamorarme de la profesión desde pequeñito.

Tu carrera se afianza gracias a «Águila Roja». Cómo es crecer, literalmente, interpretando a un personaje como Nuño. ¿Qué aprendiste de todo este camino con él?

«Águila Roja» me enseñó mucho. Lo viví como una época de mi vida de mucho aprendizaje porque estuve en contacto con gente muy buena, como Javi Gutiérrez, Miryam Gallego, Francis Lorenzo… Gente que me hizo ver la profesión como ellos la ven y me hizo tener ganas de querer formarme, ya no solo como actor, sino como persona.

Dicen que es en la adolescencia cuando los humanos forjamos nuestra personalidad, aunque ya haya un patrón relativamente estable de conducta, emoción y pensamiento. Ya que en tu caso, estuviste desde 2009 hasta 2015 poniéndote en la piel de Nuño, ¿te costó desprenderte de algún rasgo en concreto del personaje? 

No, creo que el personaje se quedó donde tenía que quedarse cuando la serie terminó. Fue un cierre muy bonito porque «Águila Roja» no acabó repentinamente, sino cuando tenía que acabar. Además, yo estaba en un momento en el que era necesario que viviera otras cosas y saliera a conocer otros lugares. 

En lo que igual uno tarda más igual, es en desprenderse de la gente y del amor que recibía el personaje. Nuño siempre tendrá una parte de mi corazón.

En una entrevista hablas de esos momentos de transición a los que los actores os tenéis que someter para agradecer lo que habéis vivido y, al mismo tiempo, aprender a dejar ir. En tu caso, ¿cómo los gestionas?

Siempre es importante agradecer lo que uno ha vivido en un rodaje porque es una etapa de mucha intensidad y en la que uno aprende mucho y, cuando eso termina, de repente se hace muy difícil no volver a ver a las personas con las que has compartido tanto, quizá nunca más. 

Es un proceso que cada vez voy interiorizando más, porque cada vez vas a entendiendo mejor que tu vida es así, pero a veces es complicado. En general cuesta desprenderse de las vivencias que uno ha tenido.

Tus inicios fueron muy distintos a lo que ahora experimentan muchos actores y actrices, los cuales empiezan con papeles que les convierten en fenómenos de masas de la noche a la mañana. ¿Has pensado alguna vez en cómo hubiera sido tu carrera si hubieses empezando en la era del streaming y las redes sociales? ¿Qué crees que hubieras llevado peor? 

Sí (risas), he pensado alguna vez cómo hubiera sido mi carrera si hubiese empezado con algo de mucho streaming y no me gustaría. Yo me he tenido que enfrentar a la fama desde muy pequeño pero, afortunadamente, los picos que he podido sufrir han sido relativamente llevaderos. Siempre han sido de menos a más y han ocurrido muy espaciados en el tiempo, por lo que he tenido momentos de calma necesarios para verlo todo con perspectiva, y eso es una suerte. 

El hecho de haberme criado sin redes sociales también me ha permitido entender más este oficio como lo que es: un oficio, algo que hay que aprender y que es de pico y pala, no tanto desde el punto de vista glamuroso, meramente estético y falso de las redes sociales.

Afortunadamente no me he criado con nada de esto y seguramente jamás se me ha ido la pelota por ese mismo motivo.

Otra gran diferencia con el momento en el que empezaste es que, aunque hoy hay mucha producción de contenido original, el ritmo al que se consume es vertiginoso. ¿Qué opinas de este nueva paradigma? ¿Cómo te afecta como actor?

Es totalmente cierto que el ritmo al que se consume es vertiginoso, pero, en general, es cosa del ritmo de vida al que nos estamos sometiendo como especie. El ser humano no está hecho para vivir tan de prisa y, concretamente en la industria del cine, se ve.

Cada vez hay más películas montadas de una manera en la que todo ocurre más rápido, hay muchas series, muchas plataformas…Y, bueno, por un lado está bien, porque hay más trabajo y hay variedad de consumo, pero a la vez, como todo en la vida, hace que se desvirtúe. Bueno, el mero hecho de decir que se consume una serie ya me parece espantoso. Es arte y realmente lo que haces es verlo, percibirlo, sentirlo… Sin darnos cuenta, la propia palabra «consumo» ya nos está alejando de la originalidad de por qué veíamos series o películas.

Además, las producciones cada vez se hacen con menos recursos, porque si con el precio de una puedes hacer dos, pues haces dos, por lo que, consecuentemente, cada vez tenemos menos tiempo para trabajar todos los departamentos y estamos más frustrados trabajando y en unas condiciones cada vez más precarias. Esa es la realidad de mi sector. Intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, pero muchas veces no nos dejan.

He leído por allí que te defines como alguien muy de decir «no», laboralmente hablando. Precisamente Najwa Nimri, con quien acabas de trabajar en «La Virgen Roja», nos aseguró en el número anterior que, aunque esté con una mano delante y otra detrás, sigue diciendo que no. ¿Cómo lo vives tú? ¿El factor económico juega un papel prioritario o secundario en este tipo de decisiones? 

Decir que no es un privilegio que no todos los actores nos podemos permitir, pues, en muchas ocasiones, uno tiene que alimentar a una familia o tiene que pagar el alquiler, pero en esta industria es necesario. Yo siempre digo que decir «no» realmente es quitarte de un marrón (risas).

En mi caso, el factor económico no juega un papel prioritario en mis decisiones. Afortunadamente, es totalmente secundario. Me guío por proyecto, por personaje, por historia y por otro tipo de factores.

Ya que hablamos de «La Virgen Roja», si no me equivoco llevabas años queriendo trabajar con su directora, Paula Ortiz. Desde «La novia»… ¿Por qué? ¿Cómo ha sido rodar con ella?

Paula Ortiz es una directora llena de literatura y poesía. Es una persona con mucho talento para contar historias… Yo solo espero que, dentro de unos años, te pueda decir que he seguido trabajando mucho con ella, porque ha sido un verdadero placer.

Tu participación en la película como Abel Velilla te ha valido una reciente nominación a los Premios Unión de Actores como Mejor Actor Secundario. ¿Cómo acoges este tipo de reconocimientos por parte de los expertos?

Los reconocimientos siempre son bonitos. Al final, que la gente reconozca tu trabajo es siempre algo positivo y muy especial, entonces lo vivo desde el agradecimiento infinito. 

«La línea invisible», «Antidisturbios», «Las noches de Tefía» o incluso la anteriormente mencionada «La Virgen Roja». En tu trayectoria hay muchos títulos con un fuerte componente político… ¿Esto ha hecho que descubrieras algo a posteriori de tu trabajo en todas estas ficciones que no sabías de nuestro país o a lo que consideres importante dar voz?

Es cierto que me han ofrecido bastantes proyectos en los que hay un componente político o un componente que habla de nuestra sociedad y de nuestra manera de entender la vida, y todos son personajes con los que he aprendido mucho.

Con «La Virgen Roja», por ejemplo, aprender de la historia de Hildegart, quiénes eran esa gente, cuáles eran sus motivaciones… Siempre es bonito e interesante poder dar voz a historias de personas como ella, porque aunque no salgan el los libros de Historia –cosa que es una pena–, merecen ser contadas.

¿Ha habido algún momento en el set en el que sentiste que la carga era demasiado fuerte? Tal vez por su gran parecido con la realidad actual…

No a nivel carga física, porque siempre he sentido que estaba haciendo una película, pero sí sentía que había muchas similitudes con el mundo actual y eso me hacía sentir una responsabilidad muy grande. Aparte de ser una historia real, era apabullante ver el gran parecido que comparte con la realidad…

Sin embargo, saber que estás hablando de algo de los años 30, pero que, a su vez, sigue ocurriendo en el año 2025, era también un punto motivacional.

Mirando hacia el futuro, tienes pendiente el estreno de «La Canción», una serie original de de Movistar+ que narra el triunfo de España en Eurovisión 1968. ¿Qué puedes contarnos de tu papel en ella?

Interpreto a Esteban Guerra, que es un personaje de RTVE al que le ofrecen la posibilidad de trabajar en Eurovisión para subir escalones a nivel político –que es lo que más le interesa–, pero en su viaje descubre quién es, lo que está ocultando y se descubre a sí mismo.

Es una serie contada en un tono muy ameno y muy divertido. Yo creo que va a gustar mucho.

También has comenzado el rodaje de «Karateka», un biopic basado en la vida de Sandra Sánchez y su pareja y entrenador Jesús del Moral, el cual interpretas tú. ¿Qué te hizo decidirte por hacerlo? Imagino que has tenido que prepararte bastante físicamente para el papel… 

Sí… hemos tenido que prepararnos bastante. Mucho gimnasio, ponerse fuertes y luego, pues, aprender kárate. Bueno, seguimos aprendiendo (risas). Me decidí a hacerlo porque tenía muchas ganas de trabajar con Aritz Moreno, el director. Soy un gran admirador suyo y de su trabajo. También me gustó mucho el guion –está muy bien escrito–, y el personaje, claro. 

Ya que parece que a Patrick Criado no hay nada que se le resista, ¿has pensado alguna vez en escribir, producir o dirigir? 

Sí, he pensado muchas veces en escribir y dirigir. Bueno, tengo algún cortometraje con algún amigo y seguramente será algo que desarrolle más en algún momento de mi vida, porque yo nunca me cierro a nada, pero de momento estoy centrado en mi carrera como actor.

Estoy ilusionado y muy contento por las cosas que me van ocurriendo y, sobre todo, muy agradecido por poder trabajar y vivir de esto.

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Texto: Anna Alarcón @_annalarcon

Fotografía: Sergi Pons @sergiponsphoto

Vídeo: Jesús Ubera @_jesusubera

Estilismo: Berta Álvarez @bertilandia

Maquillaje y peluquería: Mara Fervi @marafervi (another Artists Agency) para Dior Beauty

Asistente de fotografía: Maitane Huidobro @maitanehuidobro

Asistente de estilismo: Guadalupe Vázquez @thatsguada

Agradecimientos a Espacio Nueva Carolina @espacionuevacarolina y Borial Management @borial_management