Hacer lo que le pida el cuerpo, sin mirar más allá, es la fórmula en la que Rels B confía para seguir siendo él mismo dentro de una industria con tantos intereses como a la que pertenece. Y es que, después de ese primer «Player Hater» que él mismo autoeditó en 2015 y casi nueve discos a sus espaldas, Daniel Heredia confiesa sentirse más conectado con la música que nunca.
¿El motivo? Su nuevo álbum, «a new star (1 9 9 3)», que este viernes llega a todas las plataformas.
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RELS B. Mediterráneamente
Dani, has sido observador y partícipe de la evolución de la industria, ¿cómo la ves a día de hoy?
La verdad, siento que no está pasando por su mejor momento… A nivel cifras está todo totalmente descontrolado. Todo se ha ido de madre: los cachés de los festivales, las firmas multimillonarias con artistas que tienen tres canciones…
Todo está en un punto muy absurdo y hay mucha gente equivocada en la industria creyendo que de cualquier cosa se puede hacer una mina de oro y eso es lo que la está dañando todo. Está afectando de muchas maneras a la música, pero sobre todo a las nuevas generaciones, las cuales tienen mucho más difícil conseguir una carrera longeva con tanta información a la vez.
¿Hay algo que eches de menos respecto a cuando empezaste?
Echo mucho de menos esa ilusión por vivir algo nuevo. Por conseguir esa colaboración que soñaba, por sentir lo que sentí con el primer «sold out»… Al final son emociones que, una vez vividas, desgraciadamente ya no vuelven a ser iguales.
Aun así, sin duda prefiero el momento de mi carrera en el que estoy ahora, entendiendo mucho más lo que vivo y disfrutándolo de otra manera que también me gusta mucho.
¿Y hay algo que agradezcas que haya llegado?
Entender la vida, entenderme a mí, a mis emociones y a todo lo que me rodea. Agradezco mucho haber llegado a este punto personal.
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Acumulas ocho discos (en unos días nueve), más de 19 millones de oyentes mensuales en Spotify y casi cinco millones de followers en Instagram, pero muy pocas entrevistas… ¿A qué se debe?
Mis primeras experiencias haciendo entrevistas fueron bastante negativas. Nuestro género musical era algo muy nuevo y eso hacía que gente que ya es un poco mayor y nos entrevistaba, usase su falta de información a modo de burla o falta de respeto. Gracias a Dios, todo esto también ha cambiado (risas).
Sin embargo, y a diferencia de lo que muchos suelen creer, tu éxito no ha sido repentino. ¿Cuál consideras que fue el momento en el que tu proyecto empezó a despegar?
Totalmente. Mi carrera ha ido subiendo siempre progresivamente, pero igual el salto más grande lo notamos con mi segundo disco: «Boys Don’t Cry».
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Retrocediendo hasta los inicios de tu discografía, encontramos ese primer «Player Hater» que tú mismo autoeditaste en 2015. ¿Cómo recuerdas su proceso creativo?
¡Sí! ¡Lo recuerdo con mucha felicidad! Fue el primer proyecto en el que me desvinculé de la producción y me centré solo en la composición y en poner voz a la música. Fue muy divertido y algo muy nuevo para mí.
Después llegaron el mencionado «Boys Don’t Cry» (2016), «Inéditos» (2017), «Flakk Daniel’s» (2018)… y hits como «Made in Taiwan». Háblame de él. ¿En algún momento temiste que tu carrera iba a terminar con este hit?
Me dio un poco de miedo la situación cuando, al ir por la calle, ya teniendo una carrera que empezaba a despegar, me paraban para decirme si era «el de Taiwan». Entonces decidí borrarlo de mis canales a modo de protesta, no sé, cosas de niños… A día de hoy siento que también aportó a mi carrera y, aunque ya no me guste la canción, no puedo negar que ha formado parte de mi crecimiento.
Finalmente, en 2019 fichas por Sony Music. En una entrevista aseguras que lo hiciste porque te sentías estancado…
En esos tiempos pensaba que el siguiente paso para seguir creciendo era firmar con una discográfica, porque no sabia cómo seguir con el crecimiento de mi carrera. Me sentía bastante estancado sí y, aunque ahora sé que la solución no era esa, también me sirvió para aprender cómo me gusta tratar mi carrera y qué cosas son las que necesito para mí.
Con ellos grabaste «Happy Birthday, Flakko» (2019) y «La Isla Lp» (2020). Cuando decides volver a ser independiente, ¿qué rechazas y qué abrazas?
Después de terminar el contrato me di cuenta de que esa no era la manera en la que yo quería hacer evolucionar mi proyecto. Necesitaba otras cosas que ellos no me podían dar. Se quedaban muchísima parte de las ganancias con una atención bastante despersonalizada del artista...
Aun así, quiero y valoro mucho a la gente que trabajó para mí esos meses. Sé que hacían lo que podían, lo que pasa es que trabajar para seis artistas más dentro de la empresa, hace que no puedas centrarte en todo…
Imagino que a día de hoy no te arrepientes de la decisión…
¡Para nada! Fue una etapa, aprendí y me di cuenta de que eso no era, es, ni será para mí.
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Los artistas como tú os habéis configurado como herramientas de poder ante un sistema musical donde el sector discográfico era el que llevaba las riendas de la industria. Sin embargo, ¿dirías que las plataformas musicales ejercen en cierto aspecto el mismo papel a día de hoy?
Durante un pequeño tiempo perdieron el control total de casi todo, al menos en España. Sin embargo, a día de hoy siento que vuelven a tenerlo todo bastante todo controlado y que, no a nivel discográfico, pero sí a nivel empresa, han sabido reestructurar muy bien la manera de seguir haciendo dinero.
A propósito de «MYSLF», la nueva fragancia masculina de YSL Beauty, ¿cómo se consigue ser uno mismo dentro de una industria con tantos intereses como la musical?
Escuchando solo a tus amigos y a tu familia y haciendo lo que te pida el cuerpo sin mirar más allá. Llevo un par de años siendo así y la verdad es que todo está yendo a mejor cada día.
Has asegurado en varias ocasiones que la fama te ha hecho pasar por uno de los peores momentos de tu vida… ¿Cómo has aprendido a gestionarla a día de hoy?
Perder la libertad y dejar de ser una «persona normal» me afectó bastante hace un tiempo, pero considero que es algo por lo que todo artista o personaje público tiene que pasar. A día de hoy ya lo tengo muy normalizado.
De hecho, llevas tatuado «Calm down», como guiño al tema de Rema… ¿Sueles recurrir a él para tranquilizarte?
Es una canción muy especial para mí. De mis favoritas, sin duda.
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Ya que dices estar obsesionado con producir, me gustaría saber tu opinión respecto a las últimas canciones generadas con Inteligencia Artificial. ¿Consideras que realmente es una herramienta útil como, por ejemplo, el autotune, o piensas que debería haber algún tipo de regulación para evitar que un tema hecho con IA se vuelva más viral que las canciones del propio artista?
Pienso que es una herramienta increíble y que se puede usar de muchas maneras para ahorrar tiempo y tener resultados de muy buena calidad.
Con «Flakk Tour» te convertiste en el artista español más joven en lograr un «sold out» en el Foro Sol de México, reuniendo a más de 65.000 personas. ¿Por qué afirmas que no sabes si volverás a repetir la experiencia? ¿No la disfrutaste?
Amé demasiado sentir que había conseguido llenar un estadio como este con mi música, pero la sensación de desconexión con el público es brutal. A mí me encanta sentirme cercano, sentir el ruido, la energía de la gente e intentar agradecérselo a todos de manera sincera.
En Foro Sol miraba hacia el fondo y no veía nada, no sentía nada de conexión con lo que estaba pasando. Al final, después de tantos años, si hago un concierto es para disfrutarlo, más que por vender cierta cantidad de tickets… Entonces, a no ser que lo estructure de otra manera, puede ser que no repita show en un estadio, sí…
Ya has afirmado en varias entrevistas que no te ves haciendo esto toda tu vida pero, por el momento, aquí sigues… ¿Irte a pinchar a Ibiza sigue siendo tu objetivo a largo plazo?
En algún momento habrá que parar. Todo tiene sus tiempos y hay que saber disfrutarlos. Pero sí, con 35 no me veo de gira seis meses descuidando a mi familia. Suena mejor una sesión de Dj con una puesta de sol en Ibiza… (risas).
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Texto: Anna Alarcón @_annalarcon
Fotografía: Fede Delibes @fededelibes
Estilismo: Isa Greece @isagreece
Grooming: Miky Valles @miky.valles (Another Artists Management) para YSL Beauty, perfume MYSLF de YSL Beauty
Asistente de fotografía: Bosco GM @gboscoo
Asistente de estilismo: Alejandro Gil @alexgilfdz
Agradecimientos: Ruge Studio @ruge.studio y Artist Publicist @artistpublicist
