Toma nota de la tendencia: el ahumado se tiñe de cobre en tus ojos

No hay nada más otoñal que un paseo en el que contemplar el cambio de color de las hojas de los árboles. Desde EEUU a Japón, pasando por todos los bosques centroeuropeos de hoja caduca el espectáculo natural anuncia el cambio de clima hacia el invierno. A pesar de su universalidad, quizá en ningún lugar del mundo su culto esté tan institucionalizado como en el país del Sol Naciente. El popularmente conocido como momiji o enrojecimiento color cobre de las hojas lleva siendo admirado desde el siglo IX, primero por las clases dirigentes y ya en el siglo XVIII y XIX por las comerciantes y bajas, difundiéndose al conjunto de la sociedad. Al fin y al cabo disfrutar del color y la naturaleza no debería estar vinculado más que al placer sensorial.

Un festival de calidez que aporta sensualidad al ya de por sí felino look y por el que han apostado en sus últimas apariciones o trabajos modelos como Emily Ratajkowski, Karlie Kloss o Bella y Gigi Hadid.

También la actriz Ana de Armas en una de las presentaciones de Blade Runner 2049 optó por acompañar su rubio platino de una mirada felina en los colores de las hojas. Parece que esta elección antaño “complicada” está más en boga que nunca, así que ¿Cómo trasladar la tendencia desde la teoría a la práctica de un maquillaje de calle?

Encontramos dos opciones, una más principiante y otra más elaborada. Vamos con la primera y más sencilla que consistiría en realizar un ahumado a partir de lápiz kohl negro y utilizar una sombra cobriza para cubrir el párpado móvil, difuminando los bordes para suavizar la transición hacía el hueso de la ceja.

La segunda implicaría algo más de dedicación y hacerse con tres sombras en polvo o crema diferentes. Una cobriza anaranjada, un rojizo granate y por último un marrón chocolate, siempre teniendo en cuenta que todas deben tener subtono cálido.

Partiendo de la base del ahumado con lápiz reforzaríamos cada zona del ojo con un color diferente en gradación: el cobre en el párpado móvil, el rojizo en la cuenca y el oscuro en el ángulo externo para alargar el ojo. De esta forma en un parpadeo tendríamos plasmado todo el potencial de un bosque otoñal.

Ahora que ya tenemos la técnica, necesitaríamos herramientas. Si te apetece darte un capricho e invertir en algún cosmético, te presentamos a continuación los imprescindibles de maquillaje por los que deberías apostar para replicar el momiji en tu mirada.

¡Descúbrelos!