«TOMATO GIRL»: la estética mediterránea que no pararemos de ver este verano
Los tips para ser una auténtica «Tomate Girl». Imagen: Kaia Gerber x Mango. Cortesía de la firma.
Sabemos que tú también estás cansada de los estilismos forzados, del «todo combinado», de las estéticas copiadas de Pinterest. Y, por ello, la «Tomato Girl», que se ríe de todo eso, vive en la improvisación, en el caos bonito, en el estilo con alma y no necesita la validación de nadie para vestirse como le da la gana, se ha convertido en nuestra mayor musa. A continuación te contamos cómo puedes vestir como ella este verano:
Con la llegada del verano, volvemos a soñar con mesas al aire libre, toldos a rayas, aceitunas en platos de barro y una brisa que huele a sal y aftersun. Pero este año, hay otro elemento que se ha colado en nuestra cabeza (y en nuestros armarios): el tomate. Sí, el tomate. Pero no el de la ensalada, sino el de la Tomato Girl. Esa chica que ha hecho del estilo mediterráneo su bandera, y que este verano nos va a conquistar a todas.
@blancamiro
¿Qué es una Tomato Girl?
Imagina a una chica que camina por las calles de Jávea con un vestido de cuello halter, una cesta de rafia gigante y unas gafas de sol que podrían pertenecer a cualquier diva de los 70. No lleva base de maquillaje porque para qué, si con unas pecas del sol ya lo tiene todo hecho. Siempre va un poco despeinada, pero de esa manera tan cool que parece sacada de un editorial de revista. Y sí, probablemente esté escuchando Guitarricadelafuente mientras se toma una caña con aceitunas y se ríe a carcajadas.
La Tomato Girl es natural, pero rollo. Desenfadada, pero con mucho estilo. Elige sus prendas con intención, pero jamás parece que le ha dedicado más de diez minutos a vestirse. Y eso es lo que la hace tan irresistible.
¿Y por qué un tomate?
Porque el tomate es imperfecto, sabroso y lleno de carácter. Exactamente como ella. Loewe ya nos lo advirtió hace unos veranos con su clutch en forma de tomate: una oda a lo cotidiano, a lo natural y, sobre todo, a lo español.
Así, desde entonces, esta hortaliza se ha colado en nuestros looks, en nuestros accesorios y en nuestro feed.
Olvídate de la costa Amalfitana. La Tomato Girl huele a calas de la Costa Brava, a mercado de abastos en Valencia, a casa de abuela con persianas de esparto y sombra fresca. Su escenario ideal es una terraza en Altea, una bici oxidada aparcada al sol y una charla de sobremesa que se alarga hasta que ya no queda hielo en la copa.
Y es que, aunque no haya pisado la playa en todo el mes, siempre parece recién salida del mar. Por ello, su piel tiene siempre ese toque dorado, su pelo va a su bola y su ropa presume de ir sin planchar. En resumen, tiene esa cosa de chica mediterránea que no se compra: el saber estar sin hacer esfuerzo.
@helenacuesta
¿Cómo viste una auténtica Tomato Girl?
Prepárate para tomar nota, pues en esta estética no hay un uniforme cerrado, pero sí hay ciertos elementos clave que necesitas conocer:
Vestidos con cuello halter que dejan los hombros al aire y dan ese toque sensual sin pretensiones.
Maxi pendientes, a poder ser dorados, de cerámica o con formas que parecen compradas en un mercadillo de pueblo.
Sandalias planas bien gastadas (porque han recorrido muchos paseos marítimos).
Clutchs o bolsos mini donde solo cabe lo justo: móvil, pintalabios y actitud.
Accesorios XXL: collares con caracolas, pulseras de resina, pañuelos en la cabeza y anillos que parecen heredados de una tía artista.
Gafas de sol grandes, excéntricas, con aire vintage.
Y lo más importante: mucha pero que mucha actitud. Porque la Tomato Girl puede ponerse una toalla como pareo y seguir siendo la mejor vestida del grupo.
Tres looks para brillar como una auténtica Tomato Girl
Por el centro de Madrid (o cualquier ciudad a 38ºC)
Top marrón chocolate de cuello halter, sandalias planas, gafas de sol XL y bolso mini. El pelo recogido con una pinza (nivel: «me lo hice en el metro»), y un collar grande que se mueven al ritmo de sus pasos. Lleva cara de «vengo de tomar un vermut y ahora voy a una expo, o a ninguna parte». Porque el plan es lo de menos. Así definiríamos a este primer look a lo Tomato Girl:
Bikini trendy, vestido de crochet, maxi pendientes, maxi bolso de rafia y chanclas cómodas. La Tomato Girl en la playa tiene pinta de modelo en descanso: lee un libro con las piernas estiradas, se toma una piña colada, y se ríe con las amigas mientras se le cae la arena en la toalla. Lleva crema solar a modo de iluminador. El mood para lucir el siguiente atuendo como si fueras una de ellas: effortless queen.
Bañador Victoria Cimadevilla. Precio: 350€, Vestido Celia B. Precio: 296,95€, Pendientes Marina García Joyas. Precio: 135€,Bolso Parfois. Precio: 69,99, Charm Casetify. Precio: 51,99€, Chanclas Havaianas. Precio: 26,99€.
Cena improvisada rodeada de Aperol
Vestido rojo pasión con espalda al aire, sandalias con tacón chupete, clutch divertido (¿en forma de tomate? ¿una gyoza?), y pendientes que parecen sacados de una peli de Almodóvar. No necesita más. El resto lo pone ella: sonrisa, movimiento, carcajadas, mirada brillante. La Tomato Girl sabe que una cena de verano no es un evento… es una performance.
Amiga, este verano no te compliques. Ponte un vestido, unas sandalias planas, maxi pendientes y gafas de sol. Sonríe, arréglate sin pensarlo mucho, y sal a comerte el mundo. Al natural. Con estilo. Como una buena Tomato Girl.
