Podría decirse que el Mundial de Rusia 2018 está siendo el colmen del idilio entre la industria de la moda y el mundo del deporte.
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Podría decirse que el Mundial de Rusia 2018 está siendo el colmen del idilio entre la industria de la moda y el mundo del deporte.
Hace ya varios años que las sudaderas se convirtieron en indiscutibles best sellers de marcas como Kenzo o Givenchy, y más tiempo aún que los tejidos técnicos importados de la competición llegaron a las perchas de Armani o Balenciaga.
La estética deportiva resulta muy atractiva bajo el prisma de los principales diseñadores, qué duda cabe.
Para celebrar la Copa de fútbol por todo lo alto, Donatella Versace ha creado una camiseta cuyo precio asciende a los 585 euros; por su parte, la it girl y también diseñadora Alexa Chung ha lanzado una edición exclusiva de bufandas futboleras, a 105 euros la chalina; también la firma Vetements, con Demna Gvasalia, ha hecho lo propio, y Off-White, o la española Loreak…
Este Mundial de Rusia está marcado por la tendencia retro-URSS gracias, en buena parte, a Gosha Rubchinsky, uno de los grandes referentes del diseño moscovita.
Algo tiene el fútbol que supera lo racional. Las marcas saben que es una apuesta cara pero segura.
Aunque evidentemente durante este campeonato internacional son las firmas deportivas las que toman la delantera, ninguna casa de moda de lujo está dejando pasar la oportunidad de ganar cancha lejos de las pasarelas.
Camiseta de manga larga de Gosha Rubchinskiy x adidas – 160€