Isaki Lacuesta piensa cine. Cineasta total de los que ya no quedan, lo mismo hace documentales, que se pasa a la ficción o monta una instalación en una galería de arte: “Hace unos años el cine tenía un templo que era la sala de cine donde se oficiaba casi una ceremonia litúrgica, pero fue expulsado por los mercaderes y en este momento se encuentra disgregado por varios sitios y tratando de encontrar su nueva personalidad. No quiero renunciar a la sala de cine pero lo cierto es que, hoy en día, el cine se encuentra en las televisiones, en Internet, en centros de arte, en teléfonos… Y este hecho me resulta muy inspirador”, dice él. Debutó en el largo con “Carvan vs Carvan”, a la que siguieron “La leyenda del tiempo”, “Los Condenados” y la última, “La noche que no acaba” un encargo de TCM (que de encargo no tiene nada) de adaptar «Beberse la vida”, la biografía de Ava Gardner escrita por Marcos Ordóñez. Un documental que narra el paso de la diva díscola de Hollywood por nuestro país y, de paso, retrata una parte importante de la historia del cine americano y de España. Se guarda en la recámara otras dos películas, “Los pasos dobles” y “El cuaderno de barro”, cuyo nexo de unión es el artista Miquel Barceló. “La primera, una de ficción con tono de aventuras y en la que Barceló es un intérprete más. La segunda, está centrada en el trabajo de Miquel en África”, puntualiza.
Entre sus recomendaciones destaca la película de Oliver Laxe (de la que ya os hablamos en el número de marzo y en vanidad.es), “Todos vós sodes capitans” y también “Todas las canciones hablan de mí”, de Jonás Trueba; “Dos películas de gente nueva, muy interesantes por razones muy distintas”, zanja. Hombre cultivado donde los haya, está marcado por el cine “pero también por la música, la literatura y la pintura. Cada vez me gusta más pensar en el cine como una mezcla de pintura y música. Quizás porque el cine conlleva mucha frustración, últimamente me he sentido más inspirado por pintores y músicos, como por ejemplo Mursego, que cuando tienen la necesidad de trabajar lo pueden hacer, que desarrollan un trabajo más diario. Eso es algo que nos conviene mucho como cineastas porque no trabajar día a día, y perder la parte de artesanía que tiene el oficio es muy nocivo, te puedes quedar agarrotado”.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=ST8jqTYM7Ck[/youtube]Por José Ganga.
«La noche que no acaba» se estrena el 8 de julio.
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