Quien no haya mirado sus fotos de veranos pasados y haya pensado en morir del susto que tire la primera piedra, y es que ¡cómo éramos!
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Quien no haya mirado sus fotos de veranos pasados y haya pensado en morir del susto que tire la primera piedra, y es que ¡cómo éramos!
Aquellos maravillosos veranos… La nostalgia nos invade. Viendo antiguas fotografías de esos campamentos que duraban una eternidad y que para nosotros siempre eran cortos; las amistades y los amores de verano, pensabas que durarían toda la vida y al final te carteabas unos meses y terminabas por no recordar ni dónde los conociste. Hoy queremos hacer una mención especial a aquellos elementos de la moda que, incomprensiblemente, llegaron a ser una extensión más de nuestro cuerpo, y un suicidio social si no los poseías. Aquí van nuestros preferidos:
1 – Las trencitas del pelo. Tenías a tu vecina durante horas currándose las trencitas más perfectas y cuando terminaba te mirabas al espejo y decías NO, y mil horas más para quitártelas.