1. Taller de joyería
Tanto joyas como relojes nos acompañan en nuestro día a día, ya sea en una reunión importante o en una fiesta inolvidable. Pero a menudo sabemos muy poco de su origen, de su proceso de elaboración o de cómo debemos cuidarlas para que nos duren lo máximo posible.
En un taller de joyería aprenderás todo eso mientras te diviertes dando vida a tus ideas con forma de pendientes, un colgante o una pulsera, entre otros. Ve pensando qué marca te inventarás cuando te pregunten de dónde son. ¿Negocio a la vista?
2. Taller de cestería
Conviértete en artesano por un día, descubriendo y probando con tus propias manos esta maravillosa técnica milenaria. Podrás crear numerosos objetos para tu hogar o para regalar la próxima vez que te inviten a una fiesta en casa. Estamos pensando en la labor de forrar una botella, pero también puedes emplear el taller para ir a la última (las cestas están de moda).
Esparto, ratán, mimbre… Aprovecha también para aprender todo sobre algunas de las fibras vegetales más habituales y conviértete en un experto de primera. Quien sabe, quizá algún día puedas crear un sillón como el de Blanca Miró.
3. Taller de torno
Dicen que la cerámica es adictiva y, como siempre, todo es empezar. Si buscas un poco, hoy en día existen decenas de workshops y cursos para aprender a modelar en el torno, retornear la pieza, esmaltarla y cocerla por última vez, ¡sin necesidad de experiencia previa!
Enfúndate una bata y aprende a expresarte a través del barro. Pronto te encontrarás decorando tu casa con tus propias creaciones, y te prometemos que te va a encantar.
4. Taller de costura
Si te apasiona la moda es muy probable que más de una vez hayas soñado con tener tu propia firma. Pues bien, todo gran viaje comienza con un pequeño. Y ese pequeño paso podría ser aprender a coser.
Seguro que en tu cabeza ya tienes cientos de ideas de diseños, colores y tejidos. Tan solo te falta coger aguja e hilo (y una máquina de coser), y a pisar el pedal. Además, dicen que la costura invita a la relajación, por no hablar de la satisfacción que produce ver una prenda o accesorio terminado.
5. Taller de pintura decorativa en porcelana o en vidrio
Puedes optar por una clase de dibujo o pintura al óleo (nuestras favoritas son con vino y amigas), o atreverte con algo más fancy y sacar tu lado más creativo en materiales tan delicados como la porcelana o el vidrio.
Porque no es lo mismo pintar sobre un lienzo que directamente sobre un jarro de porcelana blanca, el taller que te proponemos supone todo un reto. Un reto que se vuelve aún más divertido cuando incorporas el elemento de la luz sobre un instrumento tan increíble como es el vidrio.
6. Taller de cosmética natural
Si ya has sucumbido a los beneficios de la cosmética natural, puedes ir un paso más allá. Sino, ¿a qué esperas para probarla? Sé tú quien seleccione los ingredientes más adecuados para tu piel y aprende a cuidarte de una forma más natural y económica. ¡Aprende a elaborar tus propios cosméticos!
Cremas faciales, exfoliantes, mascarillas, aceites, crema solar, tu dentífrico diario… Tan solo se trata de saber escoger los elementos necesarios y combinarlos siguiendo la fórmula correcta. Lo demás son todo ventajas, tanto para tu cuerpo como para el medio ambiente.
7. Taller de repostería o curso de cocina
Hay quien dice que cocinar, como ducharse o andar, relaja y fomenta la creatividad por tratarse de tareas mecánicas, que no requieren de demasiado esfuerzo. Está bien, quizá al principio un taller de repostería o curso de cocina demande toda tu atención, pero a la que empieces a tener las manos sobre la masa, todo irá rodado.
En el proceso, habrás aprendido a preparar deliciosos cupcakes, galletas y tartas, o serás todo un experto en cocina japonesa, vegetariana o peruana. Tú eliges en qué quieres especializarte o por dónde quieres empezar, ¡ya ves que las posibilidades son infinitas!
Carla Tomillo: @carlatomillo
Imágenes: Instagram