Adorno femenino por excelencia, excesivamente cursi para muchos, emperifollado para otros e inevitablemente evocador de nuestros años de infancia... el lazo.
El lazo en todas sus versiones despierta amores y odios en similares proporciones y todo apunta a que esta temporada resurgirán de las cenizas estas profundas pasiones porque vamos a tener lazos de punta a punta y en todas las formas que seamos capaces de imaginar.
Nos sabemos la teoría de las orejas de conejo a la perfección así que preparadas para ponerla en práctica y rematar con un buen nudo. Esta temporada nada de abalorios, flecos ni aplicaciones varias, el feminismo que ya venía apuntando fuerte alcanza su punto álgido con el adorno por excelencia.
Los tenemos hiperpulidos,caídos, ladeados, centrados o efecto deshecho. Sea como sea si en tu infancia tuviste un cierto recelo por los lazos ha llegado la hora de plantarle cara y llenar tus prendas de preciosa cursilería.
Mangas, cuellos, escotes, cinturas y hasta tobillos. De Chanel a Chloé pasando por Proenza o Moschino entre otros… Todos se han propuesto hacernos un poco más lady, un poco más adornadas, un poco más excesivas y abandonar definitivamente la versión minimalista en adornos y prendas.
Los lazos ya no son sólo para muñecas, niñas y regalos perfectos, ésta temporada se han propuesto invadir cada rincón de nuestros armarios sin que podamos hacer nada por evitarlo. Toca hacer la lista de la compra porque todo apunta a que tendremos que asaltar la mercería. Necesitamos metros y metros de cinta o en algunos casos de tela porque la versión maxi de Moschino o Rochas no se consigue precisamente con un fino cordel.
Nos grabamos a fuego la teoría dispuestas a usarla a diario y sin excepción en pelo, zapatos y cuerpo entero:
doble lazada bien atada y estirada.
Mercedes Gala
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