Móviles, tablets, ordenadores y demás pantallas han invadido nuestra vida hasta convertirse en compañeros inseparables e incluso imprescindibles. Pero hay algo que no han logrado ni lograrán jamás: tener la esencia de los cuadernos de toda la vida. Porque conseguir que sintamos por ellos lo mismo que sentíamos por aquellos blocs de notas en los que comenzó nuestra vena artística (o incluso literaria) o esas libretas de colegio en las que garabatear era un placer, no es tarea sencilla. Aunque hemos encontrado una digna sustituta para ellos... Y nuestro objeto de deseo esta semana es una maravillosa agenda SMYTHSON.
No es el último reloj inteligente, ni la última televisión del mercado, lo sabemos. Es un alegato a los clásicos, a nuestros años de cuadernos y libretas, pero en versión adulta y cargada de estilo. Las agendas de Smythson nos han convertido en auténticos fanáticos de los diarios gracias a sus pieles exquisitas y sus frases grabadas a fuego.
Son cuadernos de alta costura, el lujo en versión papelería que ha acompañado vidas tan únicas como las de los mismísimos maharajás de la India, la bella Grace Kelly, la única Katharine Hepburn, el mismísimo Sigmund Freud o Sir Winston Churchill.
En 1887, Frank Smythson absolutamente obsesionado con la artesanía estableció una marca con una aspiración : hacer hermoso algo tan funcional como un cuaderno y convertirlo en lujo atemporal y ¡vaya si lo consiguió!
Quizás muchos lo consideren una verdadera antigualla, algo totalmente obsoleto y absurdo en la era multipantalla pero ¡que tire la primera piedra quien no siga usando su agenda de papel por mucho dispositivo que rodee su vida!
¿No es mágico pensar que la mismísima Katharine Hepburn tuvo un cuaderno como el tuyo? Aunque su amor por Smythson iba aún más allá, en 1955 ordenó dos libretas de direcciones de edición especial con "Londres, California, Nueva York "estampadas en oro en la portada, personalizadas con sus iniciales, a nosotros nos queda soñar con algo así y por el momento ir conformándonos con uno de los modelos clásicos…
Desde hoy queremos volver a nuestros años de colegio, lapiceros, agendas y cuadernos pero en versión sofisticada.
Mercedes Gala
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