Esta semana tenemos una de las citas más importantes e indispensables para todo amante de la moda en la ciudad del amor. La semana de la Alta Costura se celebra en París y nos regala propuestas únicas para la temporada otoño/invierno 2016-17. En Vanidad hemos hecho una pequeña selección de los desfiles que más nos han gustado y los analizamos con todo lujo de detalles. ¿Qué nos encontraremos? Vuelta a los orígenes, originalidad en diseños, patrones y puesta en escena, sobriedad... y lujo, mucho lujo... ¿todavía no los has visto? Echa un vistazo a la galería que hemos preparado para ti. Atelier Versace y la fiesta de plisados y patrones Abrimos la semana de la moda de la Alta Costura de la mano del genio Versace. Este domingo pudimos ver cómo Donatella Versace mantiene el sabor del fallecido Gianni Versace en una colección en la que podemos observar diferentes corrientes, con una clara oda a los años 80. Un cuidado y original empleo de cortes rectos y siluetas con maravillosas caídas llenas de fuerza describen a la perfección el perfil de la mujer Versace. El patrón oversize invade una pasarela en la que la mujer no tiene tapujos y pisa fuerte. Accesorios maxi en forma de pendientes de aro y llamativas sombras de ojos dan protagonismo absoluto a una mujer única. Mezcla de materiales, tejidos e incluso técnicas (como el empleo de la confección en 3D) actualizan modelos de pleno siglo XXI. Volúmenes y nudos en los diseños que dan un toque especial y se ajustan a una silueta muy femenina y rompedora con carácter de una mujer sin tapujos. Inspiración oriental y sobriedad entremezclada con ligeros toques de color como el forro aguamarina. Elegancia absoluta en una nueva versión del tuxedo gracias al kimono. Batería de volúmenes, formas y colores en una paleta que combina el tono beis-champán, el lila y el negro. Contraste con una sombra de ojos perfilada en forma de gato y unos voluminosos pendientes de colgar con movimiento como detalles que dan una vuelta a un look sobrio. Juego de formas y larguras como esta gabardina a lo garçonne que supone un punto de encuentro entre los años 20 y los 80 gracias al tamaño de solapas y anchura de hombros. Vestidos mini en color como esta propuesta en raso lila y divertidos tacones. Schiaparelli: ambiente circense y oda al imaginario surrealista Tras los desfiles inaugurales del domingo capitaneados por Alberta Ferreti y Atelier Versace, el lunes arrancó con fuerza de la mano de Schiaparelli y Dior, cuyas colecciones fueron una vuelta total a los inicios. Bertrand Guyon conserva la inspiración más pura de Schiaparelli y rescata hilarantes y transgresores diseños con el imaginario surrealista como punto de partida. Estética circense rescatada de la Circus Collection (presentada por Elsa Schiapparelli en 1938) en una propuesta reinventada que supone una mezcla perfecta entre arte —con claros guiños a Picasso y Dalí— y moda, donde el color y las alusiones indirectamente directas al imaginario de la diseñadora lo son todo. Fusión de cortes clásicos de inspiración helénica con otros más innovadores que rozan lo arquitectónico y minimalista. Juego de formas y siluetas que invitan a dejar volar la imaginación y se entremezclan con divertidos toques flúor en algunos diseños. NUIT TRANSFIGURÉE Chaqueta en color chocolate realizada en crepé de lana con detalle de inspiración surrealista en la parte delantera: dibujo de rostro en dorado. Vestido de raso negro. YEUX-OREILLES-NEZ-GORGE Fantasía y estética arty en este diseño formado por shorts brocados y abullonados en colores pastel. Llamativa parte de arriba con escote en palabra de honor con motivos cubistas y destellos dorados. FOLIE PONCTUELLE Oda a las formas y a la fauna en este vestido con un claro protagonista: su falda globo. Realizada en seda brocada, sus motivos de animales recuerdan de nuevo a las raíces surrealistas. DIOR y el siempre ganador binomio blanco/negro El número 30 de la avenue Montaigne fue el anfitrión de honor de las propuestas de otoño/invierno 2016-17. Los directores creativos de la casa francesa Dior tras el paso de Raf Simons, Lucie Meier y Serge Ruffieux, presentaron una colección que se perfila como una auténtica oda a la feminidad con reminiscencias al pasado. El inconfundible sabor de la marca se ha dejado entrever en un desfile en el que el binomio blanco y negro ha sido el protagonista absoluto. En palabras de la propia marca, se trata de una vuelta a las raíces de la Maison: los talleres. Vuelta a los patrones de antaño en los que el modelo Bar, icono del New Look, se reinventa y pisa de nuevo las pasarelas en un ambiente íntimo y muy cuidado. La poderosa dualidad de tonos blanco y negro representan lo femenino y masculino, historia y modernidad. Una fusión sencillamente perfecta. Un binomio que únicamente se interrumpe con delicados y trabajados bordados en oro. Estética inspirada en el New Look suavizada y reinventada con tintes inconfundibles: escote corazón y sobriedad absoluta. Reinterpretación y deconstrucción de modelos icono de la casa con la inclusión de trabajados motivos joya e innovación en los patrones. Este modelo, en tono crudo, presenta dos piezas llenas de detalles con chaqueta brocada y falda plisada en tul de seda y encaje con mucho vuelo y detalle de transparencias. Se suaviza el característico volumen del diseño Bar y se alarga la chaqueta en algodón jacquard de este dos piezas, imprimiendo así un toque más masculino a los diseños. Sencillas sandalias planas en color negro y marcado eyeliner en el mismo tono pusieron un broche de oro a este desfile. Estética tribal que se mezcla con el lujo más exclusivo. Giambattista Valli: Romanticismo ilustrado Diseños para soñar... esa es la propuesta de Giambattista Valli para otoño/invierno 2016-17. Vestidos de ensueño donde el tul es el absoluto protagonista y el volumen y las superposiciones nos teletransportan a golpe de pasarela. No sólo eso, de nuevo, una reinvención en los diseños nos acercan hasta nuestra época el sabor más romántico de finales del siglo XVIII principios del XIX. Un perfil de María Antonieta actual llena las calles de París del glamour más absoluto. Volúmenes en los diseños, mangas abullonadas, bordados, trabajados accesorios e inspiración clásica se encuentran con la modernidad de nuestros días gracias a los cortes de los modelos. Una batería de detalles de inspiración pictórica que supone la descripción gráfica de Alta Costura. Vestidos rescatados de la época romántica donde las superposiciones y el tul son absolutos protagonistas. Desfile de volúmenes. Los llamativos y grandes vestidos de tul dan paso a versiones mini donde la clave está en su combinación: botas de caña alta negras. Un minivestido con detalle de volantes en tul a la altura del escote y falda de tiro alto brocada con detalles joya se ve complementado a la perfección con una cola de tul negra. El lujo del siglo XXI. Llamativas formas invaden la versión más short de los vestidos como este con forma de campana y trabajado estampado tropical. Chanel o la puesta en escena del savoir faire Chanel hace gala de la profecía más propia de Juego de tronos y afirma que winter is coming. Su previsión para la temporada otoño/invierno 2016-17 tiene un claro protagonista: su versión del tweed más abrigada que no dejará al descubierto ni un ápice de nuestro cuerpo. De nuevo superposiciones... capas sobre capas que llenan de pliegues el cuerpo femenino y dan importancia a los volúmenes y a las formas. Como detalle: las hombreras, que dan más protagonismo al hombro femenino y reinventan las formas a las que nos tenía acostumbrados Chanel. Si nos centramos en la puesta en escena, el Kaiser lo ha vuelto a hacer. Ni un supermercado, ni un aeropuerto, ni una manifestación... no. Los talleres de la casa "abren sus puertas" en un desfile único que nos dejó ver en directo la forma de trabajar de las maravillosas y expertas manos de los sastres de la casa. Un escenario único que nos transportó al backstage de la casa, a esa "cara B" de los desfiles a la que no estamos acostumbrados. Les ateliers de la Haute Couture como escena temática de un desfile que vuelve a hacer historia. El icónico tweed de la casa parisina se reinventa en forma y materiales. Clave lady en un conjunto de cuello bebé y terminación en forma de cola brocada en su interior. Detalles joya en bolsillos, mangas y cuello. Falda tubo larga que termina en botas de estilo mosquetero del mismo tono y mitones en el mismo color que imprimen el sello de Karl en los diseños. Vuelta a lo clásico y aristocrático con plisados infinitos que coronan vestidos donde las siluetas y las formas estáticas (inspiradas en los maniquíes) que no se ajustan al cuerpo de la mujer lo son todo. Inspiración romántica con ligeros puntos en común con la colección de Giambattista Valli. Esporádicos modelos que se ajustan a la silueta femenina como este vestido joya con pliegues en la parte superior e inferior que imprimen volumen. Oda a la Alta Costura.

 

Diana Postigo - @lady_didi_

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