Una selecta clientela –también de sangre azul- que incluye nombres como los de Demi Moore, Cara Delevingne u Olivia Palermo confía en la experiencia profesional de Yépez. Y es que ésta, antes de embarcarse en el difícil mundo del diseño, fue modelo. La suya es, en efecto, una carrera de fondo.
En pleno centro de Madrid presenta su colección para primavera-verano 2018, la llamada Satori en honor al despertar espiritual que designa este término japonés en la filosofía budista. “Es una colección muy zen”, cuenta en exclusiva a Vanidad. “Viene en un momento muy importante de mi vida, cuando ya había pasado por el diseño pop, y por
prints de televisores, ligados a la temática comunicacional. Era hora de apaciguarme un poco y hacer cosas más espirituales”.
Yliana Yépez es natural de Venezuela, por lo que los colores vivos, entre cítricos y tropicales, siempre han estado muy presentes en sus bolsos. Como denominador común. “Yo soy latina y me gustan muchísimo los tonos fuertes, la alegría”, dice. En esta nueva línea, sin embargo, ha reducido la paleta cromática a rojos, blancos y negros, con algún que otro destello en marrón y azul tinta.
Ha reinterpretado modelos icónicos como el Mini Giovanna o el Mini Eugenia con la vista puesta en la cultura oriental.
Yépez decidió abandonar las pasarelas en 1994. Creó entonces la marca Blues by Kyky, también de bolsos y accesorios, junto a su amiga Karen Kupferschmiedt. Aquel proyecto, bastante grande en Sudamérica, cerró en el año 2012 dada la tortuosa situación política y económica de Venezuela, donde se asentaba la marca.
“Nosotras trabajos durante 18 años y, en vez de crecer, nos vinimos a menos, y por eso tuvimos que cerrar”, señala lamentando las permanentes dificultades que le puso el Gobierno de Hugo Chávez en su desarrollo empresarial.
Con todo lo aprendido, en 2013 hizo la maleta y se estableció por cuenta propia en Nueva York. Y nació
Yliana Yépez.
Hoy su admirable alma máter presume de ser reconocida internacionalmente. Sus bolsos, que oscilan en una horquilla de precios de entre 500 y 1.500 dólares, son de una calidad extrema. “Me gusta hacer carteras
trendies que llamen la atención, pero, sobre todo, que sean prácticas y buenas”, apostilla. “Al principio todavía teníamos artesanos venezolanos. Tuvimos que mudarnos a Perú por el problema que hay en Venezuela, pero finalmente decidimos trasladarnos completamente a Italia porque los clientes reclaman diseños excepcionalmente producidos”.
Los diseños de Yépez se pueden adquirir
online y en tiendas multimarca en Nueva York, París y las principales ciudades del mundo. En España aterrizó en 2015 con distintos puntos de venta en Madrid y Marbella.
Alejandro Bernad – @alejandrobernad
Imágenes: cortesía de la firma
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