Desde el vestido azul que escogió para anunciar su compromiso, pasando por el icónico jersey rojo con estampado de ovejas blancas (y una negra) o hasta sus mallas de ciclista combinadas con sudaderas anchas. Cada uno de los looks que Lady Di lucía en sus apariciones públicas la convirtieron rápidamente en la fashion icon del siglo XX por excelencia. Sin embargo, de entre todos ellos, y contra todo pronóstico, destaca especialmente el vestido que redefinió por completo el clásico little black dress, ejemplificó cómo la moda es una gran herramienta de comunicación y acuñó el término archiconocido ahora como revenge dress.

@ladydirevengelooks

 

El REVENGE DRESS, el icónico vestido que lució Lady Di, cumple treinta años  

 

Así, este mes se cumplen 30 años de este hecho que hizo (y sigue haciendo) correr ríos de tinta. Si aún no sabes de qué estamos hablando, no te preocupes. En Vanidad entramos en todos los detalles del que es uno de los vestidos más icónicos de la historia. 

El revenge dress: un mensaje al mundo (y a Carlos)

Corría junio de 1994, el entonces príncipe de Gales (ahora rey Carlos III) concedía una entrevista en prime time a la televisión británica en la que admitía haber mantenido una relación extramatrimonial con Camila Parker Bowles. Como respuesta, la princesa de Gales, lejos de esconderse, decidía acudir a un evento celebrado en la londinense Serpentine Gallery luciendo un vestido negro combinado con medias transparentes del mismo color, unos stilettos y, como guinda, una gargantilla de siete hileras de perlas con un enorme zafiro en el centro. 

@ladydirevengelooks

 

El estilismo, bautizado por la prensa británica como revenge dress, no pasó desapercibido. ¿La razón? Desafiaba abiertamente las estrictas normas de vestimenta que debía seguir un miembro de la realeza como Diana y, a su vez, mostraba al mundo que la princesa no se dejaría victimizar pese a la humillación pública infligida por Carlos.

Firmado por la modista griega Christina Stambolian, el vestido era un diseño asimétrico, con escote bardot, confeccionado en crepé de seda y con detalles drapeados a lo largo de la falda, que estuvo guardado en el armario de Diana durante más de tres años porque la princesa lo consideraba demasiado atrevido. De hecho, no fue hasta momentos antes de dirigirse al evento cuando la princesa del pueblo descartó el vestido Valentino que había elegido días antes y se decantó por este diseño.

Hasta ese momento, el estilo de Diana era clásico y femenino, pero tras esta aparición y, especialmente, al poner fin a su matrimonio con Carlos III, los lazos, las mangas abullonadas y las faldas midi dieron paso a diseños mucho más arriesgados y sensuales firmados por diseñadores y amigos como Gianni Versace, Chanel y Christian Lacroix. 

@ladydirevengelooks

 

Pero esta imagen no sólo copó titulares en todo el mundo y revolucionó el armario de la princesa, pues también logró entrar en la cultura pop de una manera muy significativa, acuñando el concepto de «vestirse por venganza» (o, lo que es lo mismo, usar la moda como una forma de superar una ruptura sentimental y expresar empoderamiento). Concepto que sigue aún muy presente... 

 

A lo largo de los años, hemos visto a celebridades como Bella Hadid, Miley Cyrus o Irina Shayk imitar este look y apropiarse de este concepto para empoderarse y sanar tras sus rupturas. El ejemplo más reciente (y nacional) lo encontramos en Rosalía.

@schiaparelli

 

La artista catalana acudió a la última gala de los Grammy Latinos enfundada en un vestido negro de Schiaparelli adornado con pendientes y un brazalete de corte surrealista, código característico de la firma dirigida por Daniel Roseberry, para interpretar la canción «Se nos rompió el amor» de Rocío Jurado. Muchos interpretaron el look como un mensaje a su expareja, Rauw Alejandro, con quien había terminado su relación poco tiempo antes.

La moda como lenguaje 

El revenge dress de la Princesa Diana se ha convertido así en un símbolo de empoderamiento y en una audaz declaración de independencia. En una noche que marcó un antes y un después en su vida personal, Diana supo utilizar la moda como un instrumento de comunicación. Y es que ese vestido fue su forma de mostrar que estaba tomando las riendas de su vida, que no estaba dispuesta a seguir las reglas obsoletas de la realeza ni a ser víctima de las circunstancias. 

Lady Di apostó por la fortaleza, la autenticidad y la elegancia. En la moda, pero también en su actitud frente a la vida. Su peculiar forma de entender el acto del vestir, no solo como una herramienta de autoexpresión sino también como un medio de comunicación con el resto, la convirtió en una de las mujeres más influyentes del siglo XX... y de hoy.

 

Esteban Adamuz: @estevvvvan

Imágenes: Cortesía de las marcas. 

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