Lo que a priori podría haber causado furor entre las masas, ha desatado la polémica. El objeto culpable: un mini bikini negro de la firma británica Missguided que, tal y como preveía el gran gigante de retail, iba a colapsar internet. "Es el bikini que no romperá tu cuenta bancaria, pero si lo hará en Internet", así se vendía este bikini de una libra y media (un euro) que, en menos de 24 horas, desató críticas por las políticas de sostenibilidad y responsabilidad social. Sin duda, todo un ejemplo paradigmático contra el que la moda más consciente, intenta luchar día a día: el fast fashion

Missguided levantó antes de ayer la bandera que daba por inauguradas las rebajas, escogiendo como prenda estrella este bikini de un euro (que incluso promocionó en un reality televisivo como estrategia para captar la atención del público más joven). Los bombardeos en Twitter no tardaron en llegar, provocando que esta imagen (también publicada en Instagram), se borrara a las horas de explotar la polémica. 

Sin duda, la mejor herramienta para hacerlo viral, fue el bajo coste de la prenda, que fue condenada por parte del consumidor, cada vez más consciente y responsable. Desde el portal The Observer, en The Guardian, apuntan a que el fundador de la marca, Nitin Passi, no se avergüenza del bajo coste del bikini y de hecho, dice sentirse cómodo con la estrategia de marketing tan arriesgada que, a pesar de todo, ha atraído a los curiosos hasta la web. Todo esto se enmarca en la controversia tras la negativa del gobierno británico de imponer una tasa de una libra a cada prenda que se fabrique para así, reducir la moda rápida.

Missguided tiene precios increíblemente bajos que van desde ocho euros por un vestido, hasta diez por unos pantalones, toda una llamada de atención a los más jóvenes, que por norma general son los que presentan un menor poder adquisitivo. Su ritmo de producción es inimaginable. Según The Guardian, semanalmente sacan, aproximadamente, mil nuevos productos a la venta. 

Aun así, que las reacciones negativas hayan superado a las positivas, es una clara muestra de que cómo los compradores estamos cambiando. Ahora solo hace falta que las grandes industrias textiles dejen de producir desmesuradamente con precios tan bajos... ¿Te has preguntado hacia dónde irá ese euro que muchos pagarán por este traje de baño?

Jara Hart: @jarahartt

Imágenes: Instagram

 

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