Desde el viernes hasta el domingo, se han acumulado desfiles y grandes nombres en la Milan Fashion Week. Como no podíamos contároslo todo, hemos seleccionado aquellas colecciones de nuestros diseñadores preferidos.
La Primavera/ Verano 2013 de
Moschino ha sido de lo más alegre que nos dejó la pasarela de Milán el pasado viernes. Sus propuestas resultaban de la fusión equilibrada de tres pilares esenciales de la moda
sixties: Mary Quant y sus pioneras minifaldas, Courrèges con su visión futurista de la moda y Paco Rabanne con sus composiciones metálicas. En una primera parte del desfile, dominó el blanco y negro y las rayas que recordaban irremediablemente a la película ‘Qui êtes-vous, Polly Maggoo’; mientras que en la segunda parte, tomaron el relevo los colores primarios más saturados, a veces, en forma de flores. ¡Viva el verano yé-yé!
El color siguió subido de tono en las propuestas de
Versus, la línea juvenil y fresca de Versace. Fucsia, amarillo, azul, rojo, verde, tan intensos como los de las piezas de Lego cubrieron los diseños. Las cadenas de plástico multicolor se convirtieron en un elemento unificador a lo largo del desfile, y los estampados de referencia pop con flores, lunares y rombos gigantes hicieron el resto. En conjunto, una colección Primavera/ Verano 2013 muy lúdica, no en vano Christopher Kane había anunciado que quería que fuera “como de juguete”. Está visto que el tándem de Donatella Versace y Kane funciona a la perfección.
Llegó el sábado. Y con él, uno de los momentos más esperados de la actual edición de la Milan Fashion Week: el regreso de
Jil Sander a su propia firma después de ocho años. Sin demasiadas sorpresas, Sander ha mantenido las siluetas estructuradas de gran pureza, en las que esta vez destacaban ciertos volúmenes extra en mangas o caderas. Como contraste, los bolsillos sobredimensionados frente a las solapas estrechas. La paleta, sobria, centrada en el granate, el azul marino, el blanco y el negro con el contrapunto de un rojo vivo, se combinaba en ‘color block’ de dos tonos. El estilo minimal se extendió a los accesorios (botas y bolsos) y sólo se vio contrarrestado por unos lunares acharolados de efecto brillo. Sí, la mayoría de las veces, menos es más.
Ese mismo día, el sábado,
Fendi eclipsó a todos los demás con un regalo para la vista, ¡qué ejercicio tan bello! Una colección inabarcable diseñada por un Karl Lagerfeld de imaginación infinita. No se repite nada, ni patrones, ni estampados, ni combinaciones cromáticas… El leitmotiv sin duda es el color, a pesar de la infinidad de su paleta (blanco, gris, azul, mandarina, mostaza…) se convierte en el elemento unificador de toda la colección. Lagerfeld lo usa con maestría para sugerir volúmenes y efectos ópticos cúbicos, como los de los dados que colgaban a modo de bolso de las muñecas de las modelos –y que nos han conquistado-. La confección de arquitectura compleja se va formando por capas la mayoría de las veces. En cuanto a los tejidos, sorprende el trabajo del cuero así como las lentejuelas de tonalidad inusual que aparecen en los últimos looks. Lagerfeld ha conseguido desmarcarse con una colección inaudita.
Ayer,
Marni puso también su personal nota de color en la pasarela. Como no podía ser de otra manera, Consuelo Castiglioni mezcló los colores en estampados, en una primera parte de la colección, dominados por los cuadros que luego dejaron paso al color en solitario alternándose con un estampado floral de gran tamaño. En las siluetas, abandera un nuevo estilo minimal de volúmenes esculturales y talla sobredimensionada. Marni nunca defrauda.
Restan dos días más de pasarela de Milán, nosotros seguiremos atentos para contaros lo que allí pase.
Por María Díaz del Río
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