La mirada de Michelle Lee es de esas por las que toda chica tiene que pasar para ser alguien en el mundo de las modelos. Es una suerte de maga a la que cada temporada se le piden las listas de las modelos que triunfarán y que luego saldrán en los medios. Hablamos de la directora de casting de firmas como
Louis Vuitton, Marc Jacobs, Versace, Isaac Mizrahi, Tommy Hilfiger, Chloé o
Alberta Ferretti.
Michelle nació en Nueva Jersey y estudió literatura inglesa en la Universidad de Nueva York. Quería ser abogada pero al final se dio cuenta de que lo que realmente le llamaba era el mundo de la moda. Entró como becaria en la famosa agencia de comunicación y relaciones públicas KCD y se dedicó fundamentalmente a las producciones. Terminaron metiéndola en plantilla y pasó poco a poco al mundo de los castings. Empezó con algunos pequeños y... hasta hoy.
La rigurosa criba que supone su trabajo tiene consecuencias trascendentales. Ella misma cuenta que no sólo consiste en elegir caras bonitas o bellezas extrañas. Hay mucho más detrás. Por ejemplo, para el último desfile de
Louis Vuitton, la directora cuenta cómo
Marc Jacobs deseaba modelos que tuviesen la cadera y los hombros estrechos. Eso ya es un filtro. Y por supuesto la ropa también les tiene que quedar bien y las chicas tienen que ajustarse a la idea de las casas.
En pasarela, durante las semanas de la moda, hay muchas modelos que se repiten en varios desfiles. Entre otras cosas, Lee es la encargada de asegurarse de que esas modelos lleguen siempre a todos los desfiles y en caso de que no lo hagan, ser sustituidas a tiempo por otra que cumplan los mismos requisitos. Dicho así pareciera que Lee fuese la súper heroína de las pasarelas pero no hay que olvidar que la última palabra siempre la tiene el diseñador y si algo no le gusta, no saldrá.
Marieta Zubeldia
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