El poder no te lo dan, tienes que alcanzarlo. Con esta frase podemos empezar a entender el motivo de la era
Beyoncé que estamos viviendo. Lo último que ha salido de su fábrica de éxitos es un documental sobre su vida
"Life is But a Dream" para la cadena
HBO. Todos somos humanos, dice la cantante, pues ha tenido que grabar su vida durante un año para demostrarnos que ella también lo es. Y es que aunque debería estar acostumbrada, parece que aún le cuesta sobrellevar los excesos de la fama.
Acostumbrada o no, parece que no se cansa de explotar su marca a base de hits que se oyen en todo el mundo, pero no solo de canciones vive la artista. Con el 2013 recién estrenado saltó el escándalo del playback ante Obama, asunto que reconoció y gestiono a la perfección. Rodeada de grandes asesores de comunicación, le dio la vuelta al problema y apareció ante el mundo en el intermedio de la Super Bowl acallando a todos aquellos que profetizaban la muerte escénica de la cantante. Incluso consiguió reunir a las
Destiny´s Child, para el delirio de sus fanáticos seguidores. Por si fuera poco visible, ultimamente parece querer convertirse en la reina indie con un cambio de look al mas puro estilo hipster. Durante los ensayos de la Super Bowl la vimos luciendo el modelo Winona de la marca Wildfox Sunglasses. Un nuevo aire trendy con el que parece sentirse muy cómoda.
Beyoncé cuenta en su documental, digo suyo porque se ha encargado de todo el proceso cinematográfico, que lo hace para inspirar orgullo a su hija Blue Ivy, a la que muestra sin reparos para desgracia de la prensa de sociedad que ofrecía grandes cantidades por ser los primeros en enseñar al mundo a la pequeña. ¿Debería echarse a temblar la industria del cine por si Beyoncé le ha cogido el gusto a las cámaras? Seguro que los productores de Hollywood ya están frotándose las manos y los diseñadores peleando por ser los elegidos para vestirla en sus futuros estrenos. Como diría ella misma, "run the world (girls)".
Klara Morales
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