La otra hermana pequeña de MaxMara, Sportmax, apostó por la comodidad invernal en la línea de su filosofía de marca. Abrigos furry, siluetas oversized y una gran variedad de abrigos escondían pantalones holgados, faldas plisadas y vestidos de punto abrochando la coherencia de su estética casual.
Veronica Etro jugó una partida con la masculinidad en esa ambigüedad que tiene cada uno de los dos géneros en sus majestuosas colecciones. Esta vez le tocaba el turno al lado femenino de Etro acentuado con una gran sensibilidad masculina. Formas deportivas, aspectos tribales y técnicas digitales se mecían entre diferentes patrones de corte sastre bombers y vestidos ceñidos al cuerpo. Cierto espíritu rejuvenecedor se instaura en la casa Iceberg. Como una especie de hilo conductor el punto seguía estando muy presente al igual que en su anterior colección. Paolo Gerani, su director creativo, se mantuvo fiel a otros aspectos inherentes a la firma como el color block o lo tejidos asimétricos. Desde un front row incomparable que contaba con nombres como Janet Jackson o Lana del Rey; Donatella Versace elevó unos cuantos voltios la tensión de la jornada en Milán. Clavos en cuello y botas, vestidos extremadamente ceñidos de vinilo, remaches, grapas y mucho exceso de color en blanco, negro y amarillo en una colección inspirada en el desgaste del sexo, con algunas concesiones a la estética punk. Las mujeres de Roberto Cavalli se inspiran esta temporada en una especie de Juana de Arco actual. Partiendo de una paleta de colores anárquicos como el rojo, gris o blanco y negro, el diseñador italiano hacía un ejercicio de variaciones en la misma prenda en el caso de los vestidos, y sigue fiel a la estética Cavalli en abrigos con pelo, joyas aferradas al cuello, pantalones de traje y chaquetas de hombros afilados.Jil Sander, una de las mentes minimalistas sobre la pasarela hizo acopio de lo que mejor sabe hacer: crear escenas novedosas sobre la pasarela. La segunda temporada sin Raf Simons como director creativo ha dejado tal vez a la luz una vuelta a los orígenes más puros de la marca. Costuras inteligentes y estilo hiper refinado que acunaba pliegues en faldas midi, líneas suaves, cachemir y pantalones recortados.
Peter Dundas ha sabido ahondar en la brecha entre el pasado y el futuro de Pucci y el resultado ha sido mágico. Trae de vuelta el Otto Print (clásico estampado de la marca en los ’60), devolviéndolo a nuestro tiempo presente con grandes inyecciones de sensualidad y sex-appeal. Un breve desliz por los 70 trajo de nuevo chaquetas de flecos, capas y abrigos peludos oversized en un majestuoso ejercicio de rescatar el espíritu bohemian chic trayendo de vuelta a la original chica Pucci.
Consuelo Castiglioni inauguraba una nevada mañana de domingo en Milán desde la austeridad y melancolía severas. La mujer Marni se apunta al corte minimalista y de estética masculina esta temporada a través de tejidos como el punto y estolas de pelo (tendencia reseñable en esta edición AW’13). Formas rígidas en abrigos, chaquetas sin mangas e híbridos de vestidos se sumaban a la propuesta de Marni. Otro que nos llevó de viaje en la línea del tiempo fue Giorgio Armani con Emporio Armani. Los años 20 se colaban en el armario de la firma mediante una fuerte presencia de colores pastel, pistachos, violetas y grises. Una serie de líneas limpias abrazadas a prendas de mohair, vestidos sin tirantes, pantalones palazzo o abrigos de doble botonadura nos dieron a conocer el Armani más retro de toda su historia. Domenico Dolce y Stefano Gabbana volvieron a crear su , ya histórico, espectáculo sobre la pasarela. Inspirados en el orgullo del patrimonio italiano encarnaron a pequeñas reinas con coronas y túnicas sueltas con lujosos pigmentos dorados mezclados con colores fuertes como el rojo, verde y azul e iconos de santos. Los accesorios tienen vistas de convertirse en auténticos hits de la temporada: tacones enjaulados, zapatos con flores incrustadas y pendientes de araña. Para finalizar, una serie de damas en rojo rubí clausurando una colección abiertamente inspirada en el lujo y la riqueza sin precedentes. Teniendo en cuenta las difíciles circunstancias por las que atravesaba la familia Missoni durante su creación es normal que su nueva colección quiera esconderse y desaparecer bajo las sábanas. Pijamas, batas o enormes mantas conviven con medias de red, botas y jacquards metálicos y tecno. Amalia G. Cátedra