La familia de monstruitos de sabores de eyescream and FRIENDS al completo
Helados que te miran a la cara como si fueran pequeños monstruitos felices de ser tus victimas. Sí, es un concepto extraño eso de personalizar un helado, pero efectivo 100%. Es lo que han hecho los chicos de
eyescream and FRIENDS, un nuevo proyecto que por ahora sólo se puede disfrutar en
Barcelona. Con una imagen de marca más que trabajada, buscan introducir en España un tipo de helado que
viene de Taiwán. Se llama
shaved ice cream, algo así como "helado raspado".
Helado personalizado con ojos de azúcar
Este proyecto nació con un problema, el producto que intentaban vender era feo, así sin más. Si intentas introducir en un mercado algo extraño, desconocido y que encima es feo las posibilidades de éxito parecen complicadas. Pero en este caso, algo que comenzó como un
handicap ha hecho posible crear una
imagen de marca inconfundible y altamente atractiva, o apetecible teniendo en cuenta que venden helados. El aspecto inicial del producto en su mercado nativo era poco cuidado, una masa informe cubierta de
toppings y salsa cayendoles por los lados parecia poco comestible. El equipo creativo decidió deconstruir el helado y dejar al desnudo la materia prima. Con un toque distintivo final, ponerle dos
ojitos de azucar creando instantaneamente un pequeño monstruito que te mira directamente a la cara.
Fachada de la tienda. El cierre sirve de cartel/menú
El diseño integral de la marca, asi como el
packaging, han sido cuidados hasta el minimo detalle. La
arquitectura de la tienda también ha sido pensada para llamar la atención. Pero sin duda alguna lo que más nos gusta son los pequeños personajes que se han creado para representar cada sabor. Pequeños
muñequitos con personalidad propia.
Ojos de azúcar y packaging de eyescream and FRIENDS
El
packaging forma parte de la esencia de este proyecto. Al deconstruir el producto para hacerlo más atractivo necesitaban sitio para poner los
toppings y salsas. Con materiales sencillos pero una
estética muy cuidada, una bandeja nos permite el
selfservice, concepto que la marca quiso trabajar desde el principio. Con todos estos datos suponemos que te morirás por probarlos, pero como dijimos antes, por ahora hay que desplazarse hasta Barcelona para hacerlo. Esperemos que en breve, estos pequeños monstruitos aterricen por el resto de toda nuestra península.
Klara Morales
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