Las marcas han coincidido -con el mismo espíritu de feminidad- en utilizar esta tendencia para jugar con las aberturas y el efecto visual y crear nuevas siluetas. Así, el llamado flossing, aparece en tops, camisas, vestidos, faldas y todo tipo de prendas para marcar la diferencia y realzar las partes del cuerpo que quedan al descubierto.

A principios de este año, la plataforma Lyst revelaba una clara obsesión por esta tendencia, de la que, tal y como apunta, se detectó un aumento en las búsquedas de un 57%.

En este sentido, Christopher Esber fue la firma más deseada por los consumidores en ese periodo de tiempo. Y precisamente sus piezas se han convertido, casi sin quererlo, en la representación del flossing de las últimas temporadas. Al mismo tiempo, el diseñador australiano siempre tiene la cabeza en el trópico, lo que, en esta ocasión, declaró que le había ayudado a mantener el foco durante el proceso creativo. Así, en una línea minimalista y con una dosis playera, Esber ha otorgado a sus prendas con tiras finas un balance perfecto entre sensualidad y elegancia.

Christopher Esber

 

Abanderando esta tendencia, también encontramos a Jonathan Simkhai. Durante el confinamiento -y en una acción digna de la mejor de las pitonisas-, Simkhai predijo las celebraciones de bodas en la playa y barbacoas al aire libre, lo que resultó en una colección con piezas a medio camino entre romanticismo y desenfado que, por supuesto, añaden pequeños guiños al flossing.

Jonathan Simkhai

 

La diseñadora británica de orígenes indios Supriya Lele -otra embajadora del flossing y reina de esta tendencia desde sus inicios-, optó por utilizar esta técnica para envolver cinturas, embellecer la línea del escote y también en faldas asimétricas con ligeros drapeados que reflejan sus raíces. “Quería representar la sensualidad a través de la confianza, más que a través de lo visible” y que las prendas “se pudieran adaptar a cómo te sientes en cada momento”, afirmó Lele.

Supriya Lele

 

Todo el mundo recuerda el idílico entorno en medio de un campo de trigo en el que Jacquemus presentó su colección llamada Lamour. “Quería que la colección hablara de amor y celebración”, explicó el diseñador en una entrevista previa al desfile, “como una simple boda en el campo o una fiesta de la cosecha”. Aunque el flossing en el escote de los vestidos fue la propuesta que más impacto tuvo -entrando directamente a nuestra lista de must-have-, la tendencia utilizada para dar continuidad a camisas cropped casi le iguala el protagonismo.

Jacquemus

 

Jacquemus

 

Y de los campos de trigo al Grand Palais de París. Allí, Acne Studios también incluyó el flossing en una colección con gran contraste de materiales y colores que homenajeaba la espiritualidad de la nueva era en la que vivimos.

Acne Studios

 

Acne Studios

 

Asimismo, esta tendencia también ha servido como golpe de fuerza para firmas como Cecilie Bahnsen, Magda Butrym, Victoria Beckham o la diseñadora emergente Nensi Dojaka que, por contra, ideó prendas irregulares y desestructuradas, consiguiendo que sus piezas se conviertan en objetos de deseo para toda insider.

Cecilie Bahnsen

 

 

Magda Butrym

 

Victoria Beckham 

Nensi Dojaka

  

Queda claro pues, que desde hace unos meses, esta tendencia es protagonista en sus múltiples versiones, además de una expresión que inspira y transforma cualquier look dotándolo de atrevimiento. 

 

Marta Cabello: @martacbello

Imágenes: Cortesía de las marcas

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