Existen muchos deportes, y de entre tantos, podría decirse que un puñado de ellos son mucho más que una sucesión de buenas técnicas; son
deportes cuyo atuendo ha sido, es y será siempre un aspecto cuidado e relevante, algo a lo que atienden tanto quienes lo practican como quienes lo observan y que consigue recrear una estética característica a través de su indumentaria. Antes, estos deportes (tenis, hípica, golf...) parecían quedar reservados a las grandes elites, a escalafones sociales que hacían alarde de su poder ganando al cricket o vistiéndose de amazona. Ese elitismo tan presente en el tenis años atrás hoy sólo queda latente en la vestimenta de los deportistas. Marcas como
Lacoste,
Fred Perry o
Ralph Lauren representan bien ese espíritu
preppy que recoge el tenis; algo así como de fines de semana en la riviera inglesa jugando al tiro al plato y comiendo en antiquísimos platos renacentistas posesión de la estirpe familiar. ¿O no?
Y a decir verdad, está bien que esa imagen siga presente de forma ficticia. El importante torneo de tenis
Wimbledon bien sabe lo que quiere para su publicidad, y este año, por octava vez consecutiva,
Ralph Lauren repite como proveedor de vestuario del torneo británico. Clásicas sudaderas de ochos, elegantes tops de punto, americanas, ribetes, corbatas, cinturones y un color
navy predominante en la mayoría de las piezas alegan a esa elegancia inglesa que ya es de su propio patrimonio y herencia.
Como decimos, tan importante es una buena indumentaria que los propios deportistas decidieron apostar por dedicarse expresamente a ello.
René Lacoste, por entonces sólo un conocido tenista, fundó su propia marca en 1933 haciendo honor a la manera en que se referían a él sus colegas del gremio,
cocodrile. Hoy, ha levantado un imperio. Algo parecido ocurrió con
Fred Perry, primero tenista y después diseñador, un símbolo a partes iguales tanto en deporte como en moda. Porque aunque seamos conscientes de que hay que saber vestir para cada ocasión, con esta The Ralph Lauren Wimbledon Collection apenas notaríamos la diferencia entre un
brunch o una cancha (salvo por las agujetas). Otro
match point del caballito estadounidense.
Alejandro Bernad Perié
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