El bolso de La Princesa, con mayúsculas, porque ella era la diosa del estilo, la musa de la elegancia de los 90. Jamás ni reinas, ni duquesas o emperatrices, sólo
La princesa Diana,
Lady Di, podía se capaz de engrandecer a una firma que ya fuera el culmen iconico del siglo,
Dior. Desde 1995 el bolso
Lady Dior ha sido el sueño de muchas mujeres. Infinitamente versátil ha sido capaz de convertirse en el complemento atemporal perfecto, cambiando colores y texturas pero manteniendo siempre su esencia exquisita.
Ha inspirado a grandes artistas, de diferentes disciplinas, desde escultores, directores de cine o fotográfos que no han dudado en armarse de valor y regalarnos su particular visión del icónico complemento. Nombres tan importantes como
Peter Lindbergh, Kum Chi Keung, Martin Parr, Olympia Scarry, David Lynch, John Cameron Bovey Lee, Anni Wan Lai Kuen. Es más, por primera vez expone en el lejano Oriente el creador español
Arturo Berned, con una espléndida pieza, de formas geométricas y tosca estructura, en acero macizo, que entre enredos deja adivinar lo que sería una replica del original Lady Dior.
Después de visitar las ciudades más importantes del planeta
desde Milán hasta Shanghai, Beijing, Tokyo o Sao Paulo el maravilloso bolso, y todas sus representaciones artísticas, ha decidido asentarse por un tiempo en
Hong Kong, exactamente
del 10 al 23 de septiembre todas las piezas descansarán en el Pier 4 de la capital.
Lucía Fernández Alonso (Luceral)
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