Bridget Jones fue uno de los personajes femeninos más famosos de los finales de la década de los 90 -época de esplendor de ese género comúnmente denominado
chick-lit- gracias a sus reflexiones sobre relaciones sentimentales, problemas laborales y demás problemas del primer mundo en los que, por supuesto, tampoco podía faltar la moda. Ahora regresa, en la novela titulada
“Bridget Jones. Loca por él”, convertida en una
madre viuda de cincuenta años que, además de con sus hijos, tiene que lidiar con las nuevas tecnologías, su propia vida y los cánones estéticos imperantes. Todo desde el punto de vista extravagante, exagerado y misteriosamente acertado que caracteriza a la británica, por supuesto.
"Briget Jones, loca por él"
Aunque las relaciones (sentimentales, familiares, sociales) ocupan gran parte de la trama principal de la novela,
la moda tiene un peso considerable en el libro. Las reflexiones de la protagonista sobre cómo el estilo de
Kate Middleton y su familia han influido en la consideración general de lo “elegante” (que ahora pasa por la combinación de vestido y abrigo del mismo color pastel), la influencia de las celebrities en cuestiones de estilo o los cambios en los hábitos de consumo producidos por la aparición de las tiendas online como
Net-a-porter.
Párrafos como: “Ahora tengo un modelito estilo famosa-en-aeropuerto al que no le falta detalle: pantalones pitillo, bailarinas, camisa, blazer y gafas de sol, aunque no tengo el, quizá imprescindible, bolso enorme y carísimo” resumen en apenas dos frases el fenómeno del casual-chic impulsado por las famosas y repetido hasta la saciedad por las blogueras de moda en un ejercicio de
trickle-down aspiracional ejemplar, demostrando que
detrás del aparentemente frívolo personaje hay un ejercicio de análisis de la actualidad y las tendencias más elaborado de lo que puede parecer.
Es evidente que la nueva novela protagonizada por Bridget Jones no cambiará el rumbo del sistema de la moda ni se incluirá en las bibliografías de referencias de las tesis sobre el sector pero si sirve para reírse un rato con los absurdos en los que muchas veces caemos, inmersos e inmersas en el torbellino de tendencias, influencias, dictados y demás caprichos de la moda que vivimos día a día.
Carmen López
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