En 1990
Cher revitalizaba los años sesenta. Llevando uno de los cardados más imposibles de la historia del cine...
Tres mujeres, tres generaciones, tres sirenas
...y reviviendo nada menos que un tema de
Betty Everett. Y es que ¿quién no ha imitado nunca sus movimientos bailando y cantando
"The Shoop Shoop Song"?
Cher: madre y coraje
Cherilyn Sarkisian, más conocida por Cher, solo hay una, y eso les quedó bien claro a los productores de la película que como sabían que ella iba a ser la principal atracción para ayudar a la taquilla la dejaron tomar todas la decisiones importantes sobre el largometraje.
Discutió con los dos primeros directores Lasse Hallstrom y Frank Oz, y al final decidió que fuera Richard Benjamin quién dirigiera la película. Además hizo que despidieran a la actriz que iba a interpretar a su hija, Emily Lloyd porque era demasiado rubia, quedándose finalmente con Winona Ryder que se le parecía más.
Cher con sus hijas en la ficción. La pequeña Christina Ricci (izquierda), la mayor Winona Ryder (derecha), ambas con el mítico vestido de topos que las 3 lucirían en el videoclip de “The Shoop Shoop Song”.
En la película Cher interpreta a Rachel Flax, una madre soltera, una mujer fuerte que en cuanto no se encuentra bien en un sitio coge sus cosas y a sus hijas, lo mete todo en su
Cadillac rosa empolvado y se traslada a otro sitio escogido dejando caer al azar su dedo sobre el mapa de los Estados Unidos.
Rachel es una mujer segura de si misma que no se avergüenza por llevar una vida completamente peculiar para una mujer de más de 30 años en pleno 1963. Encantada con su independencia y muy segura de si misma, estas dos características del personaje se dejan ver en todos sus
oufits.
Atención a los oufits de Cher: Los jerseys de lana y los pantalones capri abundan
en su armario tanto como los vestidos estampados y ceñidos.
Aunque los vestidos entallados a cintura y hombros son las piezas más recordadas de su ropa en este largometraje, lo cierto es que la directora de vestuario, Marit Allen no dudó en ponerle varios pantalones capri, como los de estampado floral blanco y negro (maravillosamente combinados con unos peep toes negros), jerseys de lana o abrigos
oversize con grandes botones, plena tendencia en los primeros sesenta. En cuanto a peluquería y maquillaje, sus cejas finas y sus pestañas postizas unidas a su cardado, una versión bastante libre de la primera dama Jackie Kennedy, son realmente inolvidables.
Santa Winona
En el vestuario de Charlotte hay cierto toque de
la pasada colección de Otoño/Invierno de Valentino.
La película está narrada por la voz en off de la hija de Rachel, Charlotte, interpretada por una Winona Ryder que acababa de cumplir su mayoría de edad. Ya en las primeras entrevistas que dio tras rodar la película Winona comentaba que esta iba a ser una de las más importantes de su carrera porque al igual que la propia Charlotte ella también había experimentado durante el rodaje ese gran cambio que se da al dejar atrás la adolescencia. Sin embargo su adolescencia y la de su personaje no podrían ser más diferentes. Charlotte Flax una jovencita remilgada que observando el comportamiento “ligero” de su madre, decide que quiere hacerse monja. Todo ello se observa en sus
outfits mogigatiles: jerseys y chaquetas de angora, pichis, faldas de tablas, camisas blancas con cuellos baby; todo ello aderezado siempre con su crucifijo plateado y su diadema de terciopelo.
Una debutante Christina Ricci
Todos los oufits de Christina Ricci están inspirados en
la pasión que siente Kate por el mar y la natación.
Con tan solo 10 años hizo su estreno en esta película la que luego sería para muchos la chica de “Cásper” o Miércoles en “La familia Addams”. Winona Ryder, su hermana en la ficción, dijo de ella que para su corta edad era una auténtica profesional, muy madura. Las dos actrices se hicieron inseparables tras el rodaje, y la New York Fashion Week celebrada el septiembre pasado se las pudo ver juntas en el
front row de Marc Jacobs. La pequeña de las Flax ama nadar y lo marino, y eso está reflejado en su vestuario lleno de bañadores, gorros al estilo Esther Williams o ese precioso jersey de la lana con una sirena bordada en él.
Músicas para tres sirenas
En la película, toda ella compuesta por grandes canciones de los sesenta, la música es una gran aliada de los personajes porque sirve para que conocerlos mejor, ya que cada uno tiene sus temas. Por ejemplo para la atrevida señora Flax serán “Fever” de Peggy Lee, “Blame it on the bossa” de Eydie Gorme o “Mambo italiano”, con más ritmo y más picantes. Entenderemos a la dulce y tímida Charlotte con “Dominique” de Soeur Sourire (conocido por todos los espectadores de Asylum), “Johnny Angel” de la tierna Shelley Fabares o el mítico “It’s my party” de Leslie Gore. Las canciones más divertidas para bailar estará reservadas para la graciosa Kate como “Big girls don’t cry” de The Four Seasons o “If you wanna happy” de Jimmy Soul con la que termina la película.
Las tres Flax absolutamente geniales unidas a secundarios tan maravillosos como Bob Hoskins o el guapo Michael Schoeffling, un vestuario deliciosamente vintage y una banda sonora llena de canciones sesenteras que todos hemos cantado como la revitalizada “The Shoop Shoop Song” de Betty Everett, son algunas de las muchas razones que hacen que “Sirenas” forme parte de Vivir Rodando…
Irene Chaparro
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