Kate Moss o Cara Delevingne son el mejor ejemplo de que en la moda no siempre triunfan las "más guapas de la clase" sino aquellas con mayor personalidad, estilo y carácter. Las marcas buscan nuevos rostros que sorprendan y vendan, que llamen la atención y den de qué hablar. En este nuevo escenario hay hueco para modelos que sobrepasan el número 38, ya sea en edad o en talla. Repasamos los siete perfiles que siendo inesperados y poco (o nada) ortodoxos, triunfan encima de la pasarela y delante de las cámaras. 1. La imperfección es bella. Brunette Moffy, la modelo bizca, ha conseguido hacer de su defecto físico su mayor virtud y poner en jaque la definición de belleza. Storm, la agencia que descubrió a la mismísima Kate Moss, la fichó tras su debut en la revista The Pop (sí, la chica promete). Kelly Knox es otro inspirador ejemplo. La modelo confiesa en su página web su lucha por conseguir que las personas con discapacidad (carece del antebrazo izquierdo) no sean excluidas del circuito fashion.
2. Adiós al autobronceador. Durante años, las firmas han reiterado (y lo siguen haciendo) la importancia de una tez sin imperfecciones, bien bañada por el sol o bien más propia de una muñeca de porcelana que de un ser vivo. Shaun Ross, conocido por ser el primer modelo masculino albino, lleva años desmintiendo que el eterno bronceado sea la clave del éxito. Ahora su compañera de profesión, Chantelle Brown-Young, sube la apuesta: el vitíligo (enfermedad que produce manchas más claras que el resto de la piel) no le va a impedir trabajar como modelo, una carrera que ha comenzado recientemente en el programa estadounidense America"s Next Top Model y que ya se augura exitosa.
4. ¿Chico o chica? Jugar al despiste ha llevado a lo más alto a tops como Andrej Pejic, que gracias a su fascinante belleza y misteriosa androginia, ha conquistado el corazón de diseñadores como Jean Paul Gaultier, Marc Jacobs o John Galliano. ¿La principal ventaja? Multiplicar por dos las posibilidades de trabajo (que estamos en crisis) desfilando en pasarelas femeninas y masculinas indistintamente. Así, modelos como Elliott Sailors, han decidido probar suerte transformando sus rasgos femeninos en un marcado look varonil apto para realizar trabajos propios de un modelo masculino.
5. La arruga es bella. Ríos de tinta se han escrito en entrevistas y artículos divagando sobre cuál es la ocupación laboral de una modelo cuando la edad ya no le permite seguir explotando su físico profesionalmente. La incógnita puede tener fácil solución. Simplemente, la edad ya no es una barrera para desempeñar este trabajo. Y si no, que se lo pregunten a Daphne Selfe (tiene 86 años y empezó en la moda con 70) o a Jacky O"Shaughnessy, famosa por posar en paños menores y presumiendo de infinita melena gris para American Apparel.
6. "Be different my friend". Puede que no consigas un puesto de trabajo de cara al público por ese pequeño tatuaje que te hiciste sin pensarlo en la adolescencia. Sin embargo, paradójicamente, en el histriónico universo de la moda, será "lo más" que lo muestres al universo entero. Sobre todo, si acompañas la pequeña mariposa del omóplato por otras decenas (o cientos) de tatuajes a lo largo y ancho de tu cuerpo al más puro estilo Rick Genest (esto es aplicable a piercings, escarificaciones, dilataciones y demás). Si das el perfil, puede incluso que te fiche Anty-Agency, una agencia londinense especializada en reclutar gente con personalidad alejada de los cánones tradicionales.