La juventud está de moda y se adueña de todos los ámbitos profesionales. Aquí una de esas niñas precoces con talento desbordante, la exitosa fotógrafa de moda Olivia Bee.

Olivia Bolles es el nombre real de Olivia Bee. Con tan sólo 20 años lleva cinco pegada a una cámara de fotos. Lo que empezó con un pequeño curso de fotografía en el instituto se ha convertido sin querer en un modo de vida para ella, habiendo trabajado hasta la fecha para marcas como Nike, Adidas, Fiat o Hermès. Ha colaborado con Rookie, la revista de Tavi Gevinson, todo un referente de su generación, y sus imágenes, etéreas y románticas, se publican en las páginas de grandes cabeceras internacionales. Acaba de crear una campaña y un spot para Anaïs Anaïs de Cacharel y este verano estrena exposición en Nueva York. Entrevistamos a Olivia para conocer mejor a este joven prodigio y descubrir que es todo un carácter.

Olivia Bee
Cuando empezaste a hacer fotos, ¿pensaste que sería para ti un modo de vida? No, para nada. Creo que si te dedicas al arte como una forma de hacer dinero o hacerte famoso, eso arruina toda la emoción de dedicarse a ello. En mi caso, el dinero vino después, y obviamente, es importante porque tienes que comer y Nueva York es más que caro, pero lo primero y más importante es lo mucho que me gusta hacer fotos. Empecé en la fotografía porque me gustaba y este sigue siendo todavía el motivo. ¿Cómo conseguiste tu primera colaboración con Converse? ¿Con qué edad fotografiaste esta campaña? Tenía 15, pero no era una campaña per se: no se publicó en ningún sitio llamativo, si no que fueron fotos que hice para la marca. Por entonces, posteaba en Flickr muchas fotos que iba haciendo cuando estaba en secundaria y ahí fue donde descubrieron mi trabajo. Converse es una marca genial porque siempre está buscando talentos en bruto, “new faces” y chicos que están ilusionados por aprender. Estaré eternamente agradecida por todo lo que han hecho por mí. A Brandon Avery de Converse le debo mucho. ¿Cómo has ido enlazando un encargo con otro? Da la sensación de que no has parado de trabajar desde entonces… La gente vio lo de Converse y me creé algo de fama en internet, se corrió la voz entorno a ello. Poco después fotografié un lookbook para Nike 6.0 en Hawaii que tuvo mucho éxito y entonces firmé con una agencia y, ¡desde entonces no he parado de trabajar! ¿Cuál de todos los trabajos que has hecho hasta ahora te han dado más satisfacciones? La campaña impresa y de TV que he hecho para Cacharel es muy muy especial para mí. Todas las chicas son tan importantes para mí y el equipo ha sido increíble. Ha sido tan gratificante y en un entorno tan especial para mí y tan alentador. Lo hemos petado. Estoy tan contenta con ello. Tus fotos tienen una atmósfera romántica y nostálgica, ¿te describirías a ti misma con estos términos? Solía decir que siempre me esforzaba por buscar la nostalgia en mis fotografías pero desde que hago fotos de mi día a día, eso me alejaba del momento y me afectaba negativamente. Ahora me esfuerzo por capturar el momento, conservarlo y verlo de forma optimista incluso cuando ese momento sea triste. Lo que sí trato a la vida, a la gente y a las cosas a mi alrededor con romanticismo. Soy una romántica sin remedio sin límite. Y esto me trae algunos problemas. ¿Qué fotógrafos te han influido? Me encanta el trabajo inicial de Annie Leibovitz, David LaChapelle, Nan Goldin, Tim Walker, Ryan McGinley, Mike Brodie, Synchrodogs, Ren Hang... ¿Qué tipo de cámara usas? Fotografío tanto con cámara analógica como digital, pero mis cosas diarias las hago principalmente con la digital. ¿Cómo has compatibilizado tus estudios con el trabajo? He estado trabajando como fotógrafa y yendo al colegio, ambos a tiempo completo. Ha sido una experiencia muy rara ahora que echo la vista atrás, pero para mí entonces era normal porque no conocía otra cosa. Si le decía a mi profesor de mates que me tenía que ir dos semanas para hacer una campaña de coches, me gritaría o algo así, pero entonces lo que hacía era coger los libros que tenía que leer para literatura y me echaría a la carretera. Me esforzaba por seguir siendo una niña y por absorber todas esas experiencias. Creo que todavía estoy esforzándome en ello ahora, intentando ser una chica de 20 años en Nueva York, teniendo amigos y un novio e intentando lidiar con ese paso a la edad adulta mientras trabajo como una adulta. Es bastante difícil para mí. Pero es parte del juego. Y merece la pena. Nada que resulte tan satisfactorio es fácil, ¿verdad? Cuando fue el momento de entrar en la Universidad, lamentablemente no pudiste acceder a la que querías, ¿te gustaría continuar con tus estudios en algún momento? Quizá algún día. En este momento sólo intento ser autodidacta y aprender por mí misma ya sea hablando con la gente sobre arte, yendo a museos o leyendo más libros y teniendo conversaciones sobre cualquier novedad… Intentando asegurarme de que el mundo siempre sea mi escuela. No me gustan las clases, me ponen inquieta, especialmente en este punto de mi vida en que todo el tiempo estoy trabajando y en aviones… No creo que pudiera volver a estar sentada en una silla durante siete horas al día de nuevo. Pero quiero aprender más. Claro que una parte de mí se pregunta qué pasaría si aún estuviera estudiando. A veces siento celos de mis amigos que están aprendiendo muchas cosas nuevas y aprendiendo a usar una cámara nueva cada semana, viendo libros… Pero seguiré aprendiendo de la manera que pueda. Eres lo que se dice un talento precoz y desde joven has trabajado con marcas de moda, ¿te sentiste en algún momento sobrepasada porque todo ocurriese tan rápido? A veces sí. Bueno, esta es mi versión de lo que es normal así que no conozco nada diferente, pero las cosas pueden llegar a ser confusas. Estoy inmersa en distintos ámbitos, y el equilibrio entre el trabajo y mi vida, y donde se sitúa la línea entre ambos… requiere de un esfuerzo contantemente pero es algo gratificante. La gente suele ser un tanto suspicaz cuando alguien tan joven tiene tanto éxito en su carrera y tienden a pensar que tiene contactos que se lo han puesto fácil. Sin embargo, este no es tu caso, tus padres no están conectados con el mundo de la moda. ¿Cómo te sientes cuando la gente se muestra así? Es molesto. Pero la gente que no lo consigue y quiere lo mismo siempre quiere pensar que la gente a la que le va bien lo consigue por algún tipo de atajo. Pero trato de no centrarme en ello. Es una energía negativa de mierda que no necesito que forme parte de mí. Mis padres son increíbles, ambos muy talentosos y creativos, y han llevado vidas de lo más sorprendentes y excitantes. Pero no trabajan en la industria de la fotografía o de la moda. Me han apoyado, querido y animado mucho toda mi vida, soy muy afortunada. Has comentado muchas veces que querías hacer películas y recientemente has realizado el último spot de Anaïs Anaïs, ¿cómo ha sido la experiencia? ¿Ha sido muy diferente filmar de hacer fotos?  Me ha gustado cada segundo de la película en el que he estado involucrada. Anaïs Anaïs ha sido una experiencia increíble para mí que recordaré siempre. Ha llegado de forma muy natural pero ha sido difícil para mí centrarme en controlar más la visión general que cada minúsculo detalle. También tener un equipo de 200 es muy diferente a tener un equipo de 20 en una sesión fotográfica. Tu próximo paso… ¿será rodar una película? Acabo de escribir un cortometraje que espero se haga a finales de este verano o principios del otoño. Es totalmente diferente a cualquier cosa que haya hecho.
Campaña de Hermès fotografiada por Olivia Bee
  ¿Cómo eliges al equipo que trabaja contigo? Escojo a gente que tiene una mente abierta, que no está anclada en la forma clásica de hacer fotografía o de hacer las cosas en general. Me gusta trabajar con muchas mujeres y con gente joven. También con gente divertida que sabe ser seria cuando toca. Has colaborado con Tavi Gevinson en su revista Rookie Magazine, ¿qué opinas sobre esta publicación? ¿Crees que está creando una nueva imagen de lo que es la feminidad hoy en día? Creo que es sorprendente para las adolescentes tener una fuente como esta en internet. Una revista que es totalmente honesta y no les dice a las chicas que no deberían probar las drogas nunca, no tener sexo nunca, no escaparse nunca de casa, no beber, no hacer nada malo. En cambio dice: aquí están las drogas que podrías tomar si quisieras experimentar, cuán a menudo tomarlas si quieres hacerlo sin peligro, estas son las cosas que quizá querrías saber sobre el sexo, así es como puedes escaparte sin que te pillen y estar a salvo o cómo beber. Los chavales van a hacer este tipo de cosas así que se les podría educar también sobre cómo no morir en el intento. Tavi es increíble. Le transmite mucha energía a tantas chicas; también es una inspiración personal para mí. Eres de Portland donde se respira un ambiente artístico bastante llamativo, ¿cómo lo viviste mientras aún estabas allí? Aún era una niña pero iba a muchos shows en casa y todos mis amigos y novios se dedicaban a la música o tenían una granja. Ahora es una escena un poco rara la que hay allí, están explotando la cultura de los condominios (bloques de apartamentos) y se está empobreciendo un poco el ambiente. Mis padres están cabreados. Han vivido allí de toda la vida y ahora “Portlandia” ha convencido a la gente de que puedes ser un gilipollas allí y aún así caer bien. Y es un asco. Pero no hay nada como la zona al Noroeste del Pacífico. Es increíble. Creo que ha sido el mejor lugar para crecer. Ahora con 20 años vives en Nueva York, ¿cómo es tu vida aquí? Siempre hay algo que hacer, lo que es bueno y malo a la vez. La vida va muy de prisa aquí. Hay una presión constante por salir y socializar. No hay árboles. La gente puede resultar pretenciosa. Pero la gente viene aquí porque tiene un sueño y quiere hacer algo, llegar a algún sitio (si no, ¿por qué pagarían esta locura de alquiler para vivir en un sitio que huele a basura?) y siempre está bien rodearse de soñadores, o eso creo. Puede ser una comunidad muy desalentadora pero también muy motivante. Nueva York es lo mejor de todos los mundos. Es increíble. Pero aquí me vuelvo inquieta.  ¿Cómo te ves dentro de 10 años? Haciendo fotos, películas, diseñando ropa, editando imágenes para revistas, viajando por todo el mundo. “30, flirty, and thriving” (“con 30, ligando y prosperando”, corresponde a una cita de una película “El sueño de mi vida”). ¿Podrías decirnos en qué estás trabajando ahora? En mi exposición “Kids In Love” que estará en Nueva York durante el verano. También estoy trabajando en mi corto y en un libro. Por María Díaz del Río Fotografía Bree Zucker

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