Una vida normal y rutinaria puede pasar a convertirse en un idílico frenesí si un model scouter llega a tu vida. Podrías pasar de escuchar el ruido de los tacones al andar por el pasillo de casa a casi ni notar el sonido, camuflado entre el ajetreo de la pasarela. Flashes, cámaras, sesiones y ágiles cambios de ropa es a lo que se enfrentan las nuevas caras del fashion world. Un mundo que puede parecer de ensueño para cualquier adolescente, es para los que se encargan de descubrirlas, una responsabilidad.
New face. Foto @shalbyrodriguezz
Grupos y grupos de chicas pasean tranquilamente por la calle sin saber que un par de ojos observadores las escanea en busca de una cara, de una expresión, capaz de crear seducción eterna ante el objetivo. En busca de ese algo, ese je ne sais quoi imprescindible para triunfar hoy en la moda y que diferencia a una chica cuyo éxito se prolongará tres o cuatro temporadas, de mujeres que pueden rozar el Olimpo de las tops y quedarse. La moda es una industria que busca constantemente caras nuevas, y cuanto más jóvenes sean, mejor, ya que el talento de una modelo se enseña desde la adolescencia. Sin embargo, todo esto suele tener una parte inicial de duda, dado que los que se tienen que convencer de la fiabilidad del proceso de scouting son los padres... muchas de las chicas son menores de edad. Según Jeni Rose y David Cunningham, de la prestigiosa IMG Model Management agencia de modelos, afirman que las chicas que de pequeñas destacan del resto por alguna rareza o "defecto", las que nunca se plantearían las pasarelas como forma de vida, son las que más inspiran a la cámara en el momento de la verdad. No se buscan rasgos normales, ni que la elegida sea sólo guapa, si no un actitud, una forma de ser. Lo principal es sacar a la luz a aquellas pocas que tengan un potencial del que no son conscientes porque nadie les dijo "podrías ser modelo". Como consecuencia, decenas de chicas representan a las agencias por todo Milán, Nueva York o Londres, buscando portadas en las revistas más importantes.
Modelo off duty. Foto: @lordashbury
Los scouts Jenny y David de IMG Models, afirman que no siempre la modelo está de acuerdo con los cambios que ha de hacerse para empezar a dar sus primeros pasos. ¿El tema que más problemas da? Es fácil de adivinar: ¡el pelo! Por lo general, un poco de corte es inevitable, y el color tampoco se salva de ser cambiado según los rasgos de la fisionomía y cómo encajen ante la cámara. Es cuestión de lograr armonía entre todos los elementos que se buscan en la modelo. Lo que definitivamente no quieren encontrar son esas "cosas adheridas" al cuerpo, es decir, artificios que puedan distorsionar la belleza y naturalidad, ya que el look tiene que ser un tanto neutro, adaptarse a los cambios que los distintos diseñadores y fotógrafos pidan en cada momento: piercings, tatuajes... están prohibidos. Se trata de mostrar una primera impresión sin maquillaje, sin pendientes y sin adornos en general. De hecho, sólo las modelos internacionales y con una carrera consolidada pueden permitirse ese lujo. Muchos scouters coinciden en la belleza que hoy nos exige la moda entra en un concepto "muy del siglo XXI", es decir, una belleza natural que no tiene por qué ser armoniosa, que puede distar bastante de la perfección pero transmitir misterio. No vale de nada una cara bonita que resulte insípida para la cámara. Ser modelo se trata de vender la ropa que llevas, de hacer implícita en ella una actitud: interpretar la ropa. Una cosa en la que no se puede escatimar dentro de esta profesión es en la altura. Las piernas largas hacen la mitad del trabajo en una modelo. Cientos y cientos de books llegan a manos de los jefes de agencias. Requisitos para comenzar la criba: altura y no demasiadas curvas. Cierto es que la moda de hoy en día se basa en cuerpos rectos, en una antítesis de lo que era hace veinte años. Ya puede ser andrógina o femenina, la moda evoluciona, y en eso consiste el model scouting: en encontrar reflejos de la moda actual en chicas aún sin descubrir.
Modelo en backstage. Foto: @svetlanalk
Detalle importante relacionado con la altura antes mencionada: saber andar en tacones. Esto que parece fácil a primera vista, es motivo de eliminación para facilitar la tarea a los seleccionadores. La forma de llevar los tacones cambia según el diseñador, cada uno necesita una energía, una fuerza diferente sobre la pasarela. Lo básico está en que la modelo es un producto y tiene que saber "vender" la prenda, así como cada parte de su cuerpo. Y os preguntaréis, ¿dónde es posible encontrar a la próxima Lara Stone o Naomi Campbell? La respuesta es algo difusa: bien en centros comerciales, colas del supermercado o esperando en un McDonald"s. Los ojos de un cazador de modelos nunca descansan... sólo pregúntenle a Sarah Doukas, de Storm Model Management por ejemplo, que avistó a Kate Moss en el aeropuerto JFK de Nueva York cuando la británica tenía sólo 14 años. Otros lugares potenciales: espacios repletos de gente como Times Square en Nueva York, tiendas de mass market como H&M o Zara en los centros de las ciudades, festivales de música....
New face. Foto @ryanflyoung
En definitiva, hay que recorrer varios países, en los que haya diversidad de rasgos, para atender a los deseos de marcas, campañas publicitarias y diseñadores, y para traer al mundo terrenal futuras musas de fotógrafos. Lanny Zegna de One Management, que normalmente trabaja en Nueva York, le dijo a Fashionista "El mejor país actualmente es Dinamarca, u otros países escandinavos. Fui hace unos meses y todas las chicas que veía podían ser modelos. Lo juro. Caminaba por la calle y todo el mundo era jodidamente hermoso".
Modelos off-duty. Foto: @elitecopenhaguen
Por Paula Polizzotto.  

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