Parece que las malas noticias no cesan, y es que si hace una semana nos enterábamos de la muerte del emblemático Oscar de la Renta, el pasado sábado 25 murió el fotógrafo David Armstrong a la edad de 60 años en su apartamento-estudio de Nueva York a causa del cáncer que sufría.
D
avid Armstrong (Massachussets, 1954) era y es considerado una de las miradas más importantes en el mundo de la moda. Hay personas que tienen una forma distinta y maravillosa de ver la vida y percibir las cosas que nos envuelven, y Armstrong era uno de ellos. No sólo nos deja el icono de la fotografía underground, sino que también lo hace el maestro del fotodiarismo y el observador de la belleza masculina juvenil.
Campaña de David Armstrong para Bottega Veneta
Ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Boston para estudiar pintura, pero su vocación dio un giro repentino al conocer a
la fotógrafa Nan Goldin, llegando a formar junto a ella, Mark Morrisroe y Jack Pierson, que se caracterizaban en capturar escenas íntimas en colores muy saturados. Así pues, Armstrong descubrió la sensibilidad y emotividad que plasmaba la fotografía, y consiguió que su trabajo tuviera un estilo inigualable. Hacía público lo privado y banal lo sensacional, además que sus retratos casi siempre eran en blanco y negro, con luz natural, y plasmaban su fascinación por la juventud.
Ha trabajado para revistas como Vogue París, L"Uomo Vogue, GQ, Another Man, Self Service, Wonderland y Puroke, además de hacer campañas publicitarias para firmas como Burberry, Puma, Zegna o Barbara Bui. Además, entre sus últimas colaboraciones se encuentran sesiones para CR Fashion Book, la revista de Carine Roitfeld, y para el diseñador y también fotógrafo Hedi Slimane, que lo convenció para disparar en el backstage de sus desfiles durante su etapa al frente de Dior Homme. Aún así, David decía
“[La publicidad] no quiere indicador alguno de emoción, sobre todo si esta es negativa. Prefiere algo más higiénico, pero eso no lo va a conseguir de mí”.
Por Marina Coll.
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