Dientes separados, ojeras, expresiones somnolientas de rostros recién levantados, cicatrices y arrugas son algunos de los valores que cotizan al alza en la era 2.0. Si antes eran súper modelos de medidas imposibles y pieles impolutas y resplandecientes las que nos sonreían desde las portadas de prestigiosas cabeceras internacionales, ahora, chicos y chicas con el pelo desteñido y raíces de varios meses, con ojeras, brackets y ropa un par de tallas más grande, son los protagonistas de algunos de los Tumblrs e Instagrams con más seguidores. Ryan McGinley, el fotógrafo cuyas imágenes reflejan con naturalidad bellezas clásicas en situaciones más o menos cotidianas, habló de ellos como "la nueva escena cool del dowtown neoyorquino", se conocen entre ellos, han forjado su trabajo en el círculo del fotógrafo norteamericano y trascienden lo puramente underground, y eso sin rebasar apenas el cuarto de siglo. Con 20 años, Petra Collins cuenta con cerca de 90.000 seguidores en Instagram es feminista, guapa y su estilo es rabiosamente cool sin pretensiones, sin forzarlo. Natural de Toronto, su trabajo se centra en el cuerpo femenino y hace de la belleza natural el arma de las mujeres para dominar el mundo. Como si de una publicidad de American Apparel  -una de las firmas comerciales que se atrevió a fotografiar a chicas "normales" para vender sus prendas- se tratase, las chicas de Collins no tienen un vientre extraplano ni un six pack trabajado a base de horas interminables de gimnasio, sin embargo, sus musas resultan mucho más inspiradoras que aquellas.
Petra Collins
Chad Moore, de 26, ha hecho de la imperfección el sello de su trabajo. Imágenes con flash poco favorecedor, escenas cotidianas de fiestas y borracheras al más puro estilo Harmony Korine en "Kids", e incluso fotografías desenfocadas y borrosas son marca de la casa. Un Ryan McGinley llevado al extremo. Otras como Tavi Gevinson, también feminista, actriz, cantante, editora de Rookie Magazine y compañera de piso de Petra Collins desde hace unos meses, defiende el poder de la estética ultra naturalista en su publicación y la adorna con guiños a la adolescencia como stickers, smileys y dibujitos de niños. Gevinson ha sido una niña prodigio desde que saltó a la palestra del fashion business y ahora, con 18, ha sabido dirigir su carrera dejando su impronta en todos sus trabajos. A Arvida Byström, modelo y fotógrafa, no le quita el sueño aparecer sin gota de maquillaje y con rastros de acné en su cuenta de Instagram, seguida por cierto por más de 35.000 followers. Su imaginario está poblado de unicornios, de filtros de colores pastel y de chicas guapas-e-imperfectas-, y su filosofía de vida es, como no podía ser de otra manera, el feminismo menos rancio y más actual, algo así como el desfile de Chanel para la próxima primavera/verano pero en su versión más grunge.
Chad Moore
Arvida Byström
Lena Dunham no es fotógrafa profesional, pero sus imágenes en Instagram alcanzan cotas altísimas de popularidad y su cuenta la siguen más de un millón de fans, y eso que cuenta con retractores que ven en ella una niña bien que se rodea de un buen grupo de asesores. Sin embargo, y pese a quien pese, Lena había asentado las bases de este movimiento que defiende la belleza imperfecta antes de rodar "Girls", la serie que la ha hecho famosa y que ha hecho que se haya convertido en la voz de una generación. "Tiny Furniture" fue su primera incursión en el mundo del cine y del universo naturalista, sin maquillajes, sin actrices y actores guapísimos y sin apenas presupuesto. Ella misma hace de su cuerpo una bandera que defiende el derecho de las mujeres a exhibirse tal y como son , con  su celulitis, sus muslos prominentes y sus pechos pequeños y alejados de los cánones de belleza políticamente correctos.
Lena Dunham
Pero fue en los inicios de los 90 con los albores del grunge, con el nacimiento de la que sería la reina de la pasarela durante muchos años, Kate Moss, su particular fisonomía y la sesión inolvidable que protagonizó para "The Face", cuando dos pesos pesados de la fotografía llegaron para desmontar las reglas establecidas dentro del mundo de la moda. Corinne Day firmó las fotos con las que Kate Moss saltó a la fama, la que hizo que firmas de medio mundo olvidasen a las top models para fijarse en esa niña de cuerpo escuchimizado y maravilloso que sonreía abiertamente en la playa con un penacho de plumas en la cabeza.  Juergen Teller haría del uso del flash fotográfico su sello personal, ha sido -y continúa siendo hoy en día- el fotógrafo de lo imperfecto. Su estética feísta, callejera, con escenas cotidianas que rozaban lo grotesco, se convirtió en la regla. Imitado hasta la saciedad, Teller es uno de los grandes de la moda y ha fotografiado campañas para Marc Jacobs o Céline y ha retratado a Vivienne Westwood, Lily Cole, Kate Moss y Kurt Cobain, entre otros muchos y ha declarado en numerosas ocasiones que no soporta el photoshop ni la cirugía estética. Larga vida a la belleza (imperfecta).
Campaña de Céline Spring /Summer 14 y de Marc Jacobs Spring/Summer 03
Por Vanessa Santos

 

 

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