Dejarse llevar, rendirse ante la belleza más absoluta y recrearse en cada encaje, en cada seda... Hay muchas razones para adorar la
alta costura sobre todas las cosas. Estas son las nuestras:
1. Porque en ella se pueden bordar declaraciones de amor, como hicieron Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli en su último desfile para
Valentino:
Valentino Couture Primavera/Verano 2015
2. Porque es el escenario perfecto para dar rienda suelta a la fantasía. Así entendía la moda
Elsa Schiaparelli, como una eterna
performance donde los bordados más exquisitos traducían las pinceladas de los artistas de vanguardia, en una unión única que ha vuelto a la vida en el siglo XXI.
Schiaparelli Haute Couture Primavera/Verano 2015
Cascadas de corazones, constelaciones que hacen descender el cielo hasta la pasarela, estampados pintados a mano... El inagotable imaginario de Schiaparelli se recogía en una colección que nombraba sus diseños con nombres tan evocadores como "Modista enamorada" o "Batalla de alfileres":
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3. Porque nos invita a soñar con ninfas salidas de un cuento. Y para transportarnos a otros mundos, nada mejor que la alquimia de
Elie Saab, que cincela la anatomía femenina a golpe de encaje y seda, con cientos de
pailletes, plumas y microcristales bordados a mano para deslumbrar a todo aquel que caiga en su hechizo.
Elie Saab Haute Couture Primavera/Verano 2015
4. Porque ensalza los detalles por encima de todo. La delicadeza de las
petites mains de los talleres de Chanel permanecen ajenas al frenético ritmo del
prêt-à-porter y dan vida puntada a puntada a los dibujos de Karl Lagerfeld. El resultado son los bordados más exquisitos que puedas imaginar:
Chanel Couture Primavera/Verano 2015
5. Porque es un canto a una sensualidad escultórica, como la de las creaciones de
Stéphane Rolland. Una arquitectura imposible que ve la luz tras un minucioso trabajo. No en vano, el diseño que lució Nieves Álvarez para cerrar el último desfile de la firma, supuso nada más y nada menos que 200 horas de trabajo.
Stéphane Rolland Primavera/Verano 2015
6. Porque nos permite imaginar y saltarnos las normas. Así lo hizo Raf Simons en su última colección de alta costura para la
maison Dior, en la que el diseñador experimentó y puso a pueba su imaginación para averiguar cómo veían el futuro -nuestro presente- los diseñadores de los años cincuenta y los sesenta.
Christian Dior Couture Primavera/Verano 2015
7. Porque convierte el exceso en pura sofisticación, como tan bien sabe hacer
Armani Privé, adentrándonos en un mundo de atemporalidad y de indiscutible belleza.
Armani Privé Primavera/Verano 2015
8. Porque nos reta con diálogos imposibles, como el que imaginó
Giambattista Valli en su última colección. El diseñador ideó una conversación imaginaria entre Coco Chanel y Janis Joplin, que dio como resultado un desfile elegante y poderoso.
Giambattista Valli Couture Primavera/Verano 2015
9. Porque, a veces, es testigo de los
come back más esperados de la industria, como el regreso de John Galliano a la alta costura de la mano de
Maison Margiela:
Maison Margiela Primavera/Verano 2015
10. Y porque es una fuente inagotable de inspiración:
Elie Saab Couture Primavera/Verano 2015
Chanel Couture Primavera/Verano 2015
Schiaparelli Couture Primavera/Verano 2015
Stéphane Rolland Haute Couture Primavera/Verano 2015
Boceto Schiaparelli Couture Primavera/Verano 2015
Valentino Couture Primavera/Verano 2015
Chanel Couture Primavera/Verano 2015
Elie Saab Haute Couture Primavera/Verano 2015
Stéphane Rolland Couture Primavera/Verano 2015
Chanel Couture Primavera/Verano 2015
Elie Saab Haute Couture Primavera/Verano 2015
Schiaparelli Couture Primavera/Verano 2015
Stèphane Rolland Haute Couture Primavera/Verano 2015
Chanel Couture Primavera/Verano 2015
Arancha Gamo
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