¡Ya la tenemos aquí, al fin ha llegado! La veíamos tan lejana… Pero ahora sí que sí, nuestra esperadísima primavera ha venido con sus horas de luz, sus días de sol, ropa más ligera y llena de color, flores por doquier, tardes en terrazas, y ¡caos, mucho caos! , damos la bienvenida a unos meses que bien podríamos designar como “Los meses en tierra de nadie”. En la calle -y en nuestros armarios- conviven abrigos con shorts, sandalias con botas, gafas de sol con bufandas…

Y en lo que a nuestra piel respecta nos ocurre algo parecido, queremos abandonar el maquillaje, dejar nuestra piel al descubierto y poder salir a la calle con un simple protector solar, en busca de esos primeros rayos de sol en la cara. Pero seamos sinceras… Después de todo el invierno protegidas bajo la varita mágica del colorete parece que nos cuesta dejar nuestra piel al desnudo, así, de la noche a la mañana.

¡Que no cunda el pánico! Givenchy ha presentado la solución a nuestro “problema” en su colección Crucero 2015, se llama Brume Bonne Mine y desde ya, es nuestro nuevo objeto de deseo.

Cuando pensamos en el cosmético perfecto nos imaginamos algo así como una pócima que sólo en contacto con nuestro cutis nos dé ese aspecto de piel sana y radiante, ese tono saludable y fresco, como si nos hubiéramos pasado el día tomando el sol.  En definitiva, que dé a nuestro rostro la perfecta apariencia de buena cara natural, de piel bonita. ¡Tan sencillo y tan complicado a la vez!

La delicada nube dorada de nuestro nuevo must-have nos da un perfecto y uniforme bronceado de forma natural en un segundo. Con un color único, la Bruma Bonne Mine se adapta a cada tez corrigiendo imperfecciones y dejando la piel suave y radiante.

La particularidad de Bonne Mine es que nos proporciona un acabado muy parecido a los polvos de sol pero con un toque satinado y aterciopelado hiperfavorecedor, y lo más importante, ¡nada de brillos!

Te dará ese aspecto de llevar una semana de retiro espiritual en algún paraíso recóndito y volver totalmente renovada.

Fundada en París en 1952 , decía Audrey Hepburn , su gran musa y amiga, sobre los vestidos de Givenchy que eran protecciones contra el mal. Pues su Brume Bonne Mine ha venido para convertirse en la protección anti malas caras.

Ana Horcajo @anii_horcajo

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