Entonamos el estribillo (levemente modificado ) de la mítica canción de Nancy Sinatra para decir:
“These shoes are made for walking ”. Hablamos de los Tango Shoes de Valentino, nuestro nuevo objeto de deseo.
Sencillos, clásicos, sin estridencias, con la justa dosis de feminidad, estilo, elegancia y sobre todo, con la seguridad que nos aporta subirnos en un buen par de tacones (no podemos evitarlo). ¿Lo mejor de todo? es que en este caso
el tacón tiene la altura perfecta. Porque, seamos sinceras de una vez por todas con nosotras mismas, no hay mujer en el mundo capaz de llevar una vida normal sobre un tacón de aguja de 12 centímetros (cuando no son 20), no nos engañemos, nadie (y digo nadie), se cree ya eso de : “ a mí me resultan cómodos”, “todo es acostumbrarse…”
Mujeres del mundo,
el típico tópico de “para presumir hay que sufrir” es historia, y hemos luchado mucho para no volver a escucharlo (a poder ser menos aún en boca de una mujer).
Queremos “tacones lógicos” (aunque el término tacón y lógico en la misma frase suene algo extraño). Ese par de zapatos que se convierta en algo así como nuestros vaqueros preferidos, nuestra ropa interior de la suerte.
Estamos de enhorabuena porque ¡los hemos encontrado!, tienen nombre de baile argentino y como no podía ser menos se han convertido de forma automática en nuestro más ansiado
objeto de deseo. Los
Tango Shoes de Valentino son esos zapatos atemporales que combinan la esencia de un zapato vintage con las líneas limpias y sencillas que hacen que una pieza sea eterna y realmente no estemos ante una moda sino más bien ante una manifestación de estilo.
Desde su llegada a la casa italiana
Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli,están haciendo grandes esfuerzos por crear una identidad de marca, un estilo, un universo Valentino que todos reconozcamos con facilidad . Sin duda lo están haciendo con mucho éxito.
“Nunca pensamos en hacer algo únicamente para una temporada. Queremos construir un lenguaje que hable sobre el estilo y que se vuelva atemporal. Nuestra inspiración es crear algo que quieras llevar siempre, toda tu vida", así hablaba Chiuri y realmente hemos de decir, que en el caso de nuestros queridos Tango lo han logrado a la perfección. Zapatos que
no entienden de tendencias , que quizás no provoquen una fiebre como la de su modelo hermano los Rockstud (lo cual hace que nos gusten más), mejor que eso, son un estandarte de personalidad y estilo.
Entendemos, respetamos y en parte compartimos el amor universal por los ribetes de tachuelas, las puntas afiladas, los tacones de aguja y las mil versiones de los Rockstud, pero con todos los respetos al que ya puede ser considerado icono de la firma, nos quedamos con la
elegancia sencilla y especial de los Tango.
Queremos bailar “el último tango en París” (o en cualquier rincón del mundo en su defecto) pero con nuestros Tango vistiendo nuestros pies.
Ana Horcajo
@anii_horcajo
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