“Cuántas preocupaciones se pierden cuando se decide no ser algo, sino ser alguien”. “No me importa lo que piensa de mí. Yo no pienso en usted en absoluto.” “La belleza comienza en el momento en que decides ser tú mismo”. “El acto más valiente es pensar por ti mismo. En voz alta.” Frases únicas de una mente maravillosa como fue la de Coco Chanel. Auténticas bombas (sobre todo si pensamos en la época en la que se dijeron). Ideas que fueron material de artillería, una mujer como no habrá otra, carácter, carisma y personalidad a rabiar . Icono y creadora de iconos, a ella la debemos piezas que, como ella, son elegancia en sí mismas: la chaqueta tweed, el 2.55 , el poder de un collar de perlas, el eterno triunfo del black & white y desde hoy mismo añadimos un nuevo tesoro a esta lista de imprescindibles del estilo aprendidos de la genial Coco. Porque: “Una mujer con buenos zapatos nunca estará fea” y estamos seguros que con estos las posibilidades de éxito se multiplican por mil. No dejamos de pensar en ellos, en su tacón midi, en su punta negra, en su talón descubierto: los slingback de Chanel nos han robado el corazón sin remedio. La Braserie de Chanel en su desfile Prêt-à-Porter Otoño-Invierno 2015/16 fue el escenario perfecto para la presentación, o más bien para el renacer de este icono nacido en 1957. Hasta 98 propuestas diferentes compartían el mismo modelo de zapatos, los two-tone shoes or duetone, porque no era necesario cambiarlos, no hacía falta un modelo diferente, eran los compañeros perfectos para cada una de las piezas, eran los protagonistas. Muchos dirán de ellos que son simples, que no tienen nada de especial, pero ¡vaya si lo tienen! Mademoiselle los llamaba "pumps", de ellos decía que eran " el toque final de elegancia". Gabrielle Chanel presentó al mundo un zapato que iba con cualquier conjunto de ropa, era elegante como todo lo que ella creaba, se podía usar tanto de día como de noche, y se adaptaba al nuevo estilo de vida de las mujeres de los 50. Algo que hoy nos parece arbitrario pero mientras que los zapatos anteriormente se habían realizado en un solo color a juego con el color de la ropa que cada uno llevase, Mademoiselle Chanel rompió una vez más con los códigos de la moda conjuntando el beige y el negro en el mismo zapato, creando así un efecto altamente gráfico, como ella decía: el beige alarga la pierna mientras que el negro acorta el pie. El zapato de talón abierto de Chanel fue un éxito inmediato, sinceramente ¡no nos extraña! Es lo que tienen los clásicos que se convierten en tesoros, que permanecen en el tiempo, que no necesitan estar de moda, su historia los avala y ellos mismos se convierten en icono de estilo. Este otoño definitivamente calzamos nuestros pies con su elegante sencillez, porque como decía Bill Blass: "La sencillez es la esencia de la elegancia moderna" (¡y parece que pensaba en los slingback de Chanel cuando lo decía!) Ana Horcajo @anii_horcajo

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