¿Qué fue primero: la moda del deporte o la moda deportiva?

Por todos es sabido que en los últimos años hemos experimentado algo así como una fiebre fitness que ha invadido la ciudad y nuestras vidas haciéndonos sentir culpables si no estamos inscritos en algún gimnasio, club deportivo o grupo de running. El mundo de la moda, por supuesto, no iba a ser menos y ha encontrado en nuestra nueva obsesión una auténtica mina de oro. Pero no nos referimos sólo a las miles de colecciones y líneas sport que todas las firmas low cost e incluso diseñadores de prestigio lanzan para aprovechar nuestra “necesidad” de entrenar como auténticos pinceles (Stella McCartney o Mary Katrantzou para Adidas por ejemplo). Nos referimos a esa delgada línea entre ropa casual y ropa deportiva que comenzamos a cruzar hace unos años y ahora simplemente hemos borrado del mapa. La ropa de entrenar pisa las calles mezclándose con prendas de calle, prendas de paseo no destinadas a gimnasio ni gotas de sudor. Las deportivas de running invaden nuestras calles calzando los pies más sedentarios del país (pero no importa porque son cool), los tops deportivos se convierten en las nuevas camisetas interiores asomando bajo blazers desabrochadas, los calcetines de tenis (tan odiados en otros momentos de nuestras vidas) se convierten en compañeros de sandalias y zapatos de tacón... ¿Impensable, no? Por no hablar de las míticas firmas que acompañaron nuestros años de Educación Física en las aulas del colegio y ahora son simplemente “lo más” en prendas de calle. Incluso desfilan en pasarela con colaboraciones como la de Kaine West para Adidas. ¿Nos hemos vuelto locos? Si nos ponemos la ropa de deporte para ir a trabajar, cenar o pasear... ¿qué nos ponemos para ir a sudar la gota gorda? Las pasarelas y las calles se llenan de prendas y accesorios que nos hacen dudar... "¿Viene directa de clase de spinning?" No hay firma ni diseñador que se precie que no haya creado ya su propia versión de prendas sport street: Balenciaga, Marant, Givenchy, Valentino, Hilfger… Así que la pregunta parece inevitable: ¿Qué fue primero: la moda del deporte o la moda deportiva? Y... Qué será lo próximo, ¿el pulsómetro como accesorio tendencia de 2017?   Ana Horcajo - @Anii_Horcajo