Un globo, dos globos, tres globos, la luna es un globo que se me escapó...
Aunque no estemos del todo seguras de esta definición de la luna, ni tampoco de que la tierra sea un globo donde vivir, hay algo sobre lo que no tenemos ninguna duda: este año los globos van a surgir a ambos lados de nuestra cabeza en versión
Minnie Mouse.
Tranquilas. No saldremos volando, ni tampoco seremos vendedoras de globos en ninguna fiesta de cumpleaños... Los globos van en nuestras camisas, chaquetas y vestidos consiguiendo un maravilloso juego de volúmenes, híperfemenino y absolutamente genial.
Las pasarelas se han llenado de helio y óvalos perfectos con maravillosas piezas estratégicamente abultadas en los hombros con resultados tan asombrosos como preciosos.
Es la mezcla perfecta entre la novia de Mickey, nuestros empolvados vestidos de infancia y las damas del Romanticismo con sus exageradas y abultadas mangas...
Y es que esta tendencia por la que hoy suspiramos - y en la que sin duda caeremos muchas de nosotras - nació allá por el año 1825 , propia del estilo Romántico que inundaba desde la literatura hasta la pintura y por supuesto, como arte que es, pasó a la moda y al vestido... Ahora las mangas globo vuelven en esa búsqueda de nuevas estéticas y de inspiración
neogótica.
Mangas globo, mangas balón, mangas jamón, pierna de cordero, mangas
Béret (boina)... son tan longevas que han recibido miles de apodos - a cada cual más explícito y figurativo -. Todos sirven para referirnos a estas fabulosas piezas escultóricas que se añaden a nuestras prendas consiguiendo ese efecto fantasía que adoramos.
Hay quien las considera absurdas, excesivas, aparatosas, y nada funcionales pero nosotras no nos resistiremos a ese efecto "maxiorejas" a ambos lados de nuestras camisas.
Quizás tengamos algún problema con el abrigo pero no nos importa... vamos entrenando los pulmones porque este año vamos a inflar muchos, muchos globos ;)
Ana Horcajo - @anii_horcajo
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