La cantante aragonesa presenta RAYO, un disco creado entre olas de cambio y espiritualidad que verá la luz mañana 28 de abril.
Imagen: ©Alejandro Madrid
Imagen: ©Alejandro Madrid
La cantante aragonesa presenta RAYO, un disco creado entre olas de cambio y espiritualidad que verá la luz mañana 28 de abril.
La que un día fue finalista de OT, ha decidido que es momento de desmarcarse del pasado… Quizá nunca del todo, pero sí lo suficiente para dar pie a una nueva etapa de experimentación, fluidez y renovación. Así lo manifiesta en su nuevo proyecto, RAYO, un álbum que habla desde la sensibilidad, la pureza y la verdad interior.
Con él Anaju nos traslada a ese nuevo mundo que ha ido labrando durante los últimos años, un lugar de imaginario místico y contemplativo que, en realidad, le ha acompañado siempre.
RAYO no se parece en nada a lo que he hecho hasta ahora. Es un proyecto oscuro, pero al mismo tiempo muy brillante, protagonizado por los elementos del género pop, la psicodelia, el flamenco o la religión. Campi, Carles Campi Campón, y Pau, Phoac, mis productores, me ayudaron a que todo este popurrí tuviera sentido.
Está creado enteramente en diez días durante un retiro compositivo y se nutre de referencias espirituales desde el simbolismo católico, las supersticiones o la fortuna, para contar historias. Todo ello visto desde el prisma de la luz como elemento divino.
Durante este tiempo he pensado mucho en mi relación con la espiritualidad, la de ahora y la de mi infancia, la que se me ajusta o en la que ya no creo… y me ha llevado a muchos caminos e ideas.
En este disco hay gran parte de esas inquietudes reflejadas y la escapada a Asturias fue el microclima ideal para que todas florecieran y adquirieran un cuerpo y un nombre.
De lo único que me he desprendido es de la melena (risas). He evolucionado y aprendido mucho en este tiempo, pero no considero que fuera necesario desprenderme de nada, quería sumar.
Me siento menos ilusa. El mundo y la industria al principio parecen un lugar brillante y lleno de luz que se mueve por el talento pero, como en cualquier sitio, te encuentras con sombras y egos difíciles de tratar.
No siento que me haya desencantado, pero poco a poco estoy aprendiendo a lidiar con mucho de lo que me voy encontrando. Hay que entender el juego para poder jugarlo…
Es bonito que ocurra así. En cierta forma, este proyecto ha actuado de canal o catalizador de todos los artistas que han formado parte de él. Me gusta dar mucha libertad para crear a mis colaboradores y, salvo que haya algo que se salga en exceso, sus aportaciones han quedado reflejadas tal cual ellos las transmitieron.
Yo trabajo sobre una idea y un concepto, pero es precioso ver cómo muta y se transforma ante los ojos de otro artista.
“La jodienda que ahora tengo por tu antojo”, “Que no creo, que es en mi solo en quien yo creo, pero una respuesta espero con las rodillas al suelo”, “Mejor bueno por conocer que diablo por conocido”, “Entre las nubes del cielo un rayo de luz solar, dicen no es estrella es Dios para tu luz poder velar”.
RAYO ha supuesto un cambio muy grande en mi forma de crear, en mi sonido y en mi camino como artista, así que mi estética ha fluido de la misma forma hacia otros lugares. Ha sido una extensión más de todo el cambio que he ido experimentando.
Por supuesto, todo es creado bajo un global, no he tomado decisiones a la ligera en este proyecto, pues admiro cuando un artista tiene todos esos detalles en cuenta, construyendo un universo visual acorde a su concepto. Ese es el tipo de artista que aspiro a ser.
Como una grada. Una grada alta y ancha, en la que puedo subir pero también moverme hacia otros lugares para poder ver lo que quiero o querré hacer desde distintos ángulos.
Texto: Lucía Goñi @luuciagoni
Fotografía: Alejandro Madrid @alexgendro
Estilismo: Laura Bluetooth @bluetoothgirl
Muah: Cristina Calavia @cristinacalart